_
_
_
_

Juanito: "Soy un niño con 27 años"

Juan, Juan Gómez, Juanito corre por el césped del Bernabéu entre gritos de unos y aplausos de otros. Unos dicen que es genial. "No, que va". Otros dicen que tiene mal genio. "Genio, sí, más del que yo quisiera en algunos momentos. Me desato. Además creo que me ha perjudicado mucho. Pero soy como el estallido de una bomba, no soy la bomba, sino el estallido". Juan sabe lo que dice, detrás de sus palabras, en apariencia espontáneas, seguro que se esconde una reflexión de horas. El tiene incluso el texto para un epitafio cuando finalice su vida en los campos de fútbol. "La calidad se vio perjudicada por el carácter", porque "yo sé que tengo calidad".Juanito quiso ser líder en su equipo, en el Real Madrid, y en la selección española de fútbol. "En mi plantilla me tienen aprecio y los futbolistas que me conocen creo que me quieren". Lo intentó en la selección, pero chocó con Luis Arconada. Hoy declara, "no tengo casta de líder". Juan Gómez, cuarto de bachiller, famoso, simpático y bajito -"soy de una -estatura de tercer plan de desarrollo"-, rechaza cualquier insinuación de egoísmo.

HISTORIAL

Nombre: Juan Gómez, Juanito.Edad: 27 años. Estatura: 1,68 metros. Peso: 70 kilos. Club: Real Madrid. Posición: Delantero. Estado Civil: Casado, tres hijos. Internacional: Juvenil 9 veces, Olímpico 2 y absoluto 30.

Respuesta: Los, egoístas son normalmente bastante rencorosos, y yo ni tengo rencor, ni envidio a nadie ni odio a nadie. Si yo hubiera sido egoísta posiblemente no me irían las cosas como me van, estaría mucho más desahogado, por ejemplo, económicamente. Una de las pocas virtudes que tengo en esta vida es generosidad.

Pregunta. ¿Da limosnas al mendigo que le acecha al borde del semáforo?

R.: Sí, doy diez duros o lo que tenga suelto. ¿Cuando es el tercero que te pide? Llega un momento que te cansas y no das porque crees que es gente que se lo va a sacar de la forma más inteligente, sin pegar golpe. Depende de como te coga el día. A Veces se te ocurre pensar que es gente, que vive de los demás. Nunca sabes a quien se lo das, nunca aciertas y si yo acierto no lo sabré jamás. Juanito habla con un acento que quiere ser andaluz -el nació en Fuengirola, Málaga- y utiliza una sonrisa -un je,je,je- que te pierde, nunca sabes si ese je,je,je es verdad o una mentira deliciosa.

R.: Normalmente no suelo mentir. Nada más lo hago en lo romántico, es en lo único que se puede mentir en esta vida. Cuando tienes problemas es lógico que uses mentiras piadosas, si dijeras la verdad dolería muchísimo.

Cuándo era niño, a los dos años, Juan se comió un tarro de pastillas que encontró enfrente de su casa de Fuengirola. "Eran pastillas para mujeres, pero no me acuerdo del nombre". Le hicieron un lavado de estómago para librarle de una muerte segura, según le dijeron a su madre los médicos. "La muerte es la mayor desgracia que hay, me da miedo". Años después fue guerrero en un barrio muy guerrero. "Estábamos siempre de guerrilla. Eramos los robaperas y los robasandías. Andábamos a palo limpio, nos rompíamos las cañas de azúcar en la espalda como mantequilla". Hoy habla de su padre, de su trabajo, con veneración. "Si alguien insultara en mi cara a mi padre me iría a por él, aunque me las diera todas".

P.: ¿Le gusta reír, hacer risas?

R.: Sí, soy un hombre muy jovial. Yo no puedo ver tristeza a mi alrededor. La tristeza la llevo yo cuando estoy padeciendo problemas, pero cuando se me pasa no quiero ver a nadie triste a mi alrededor y hago lo indecible por conseguirlo.

R.: Puede ser que en los dos o tres últimos años le haya dado muchas vueltas al coco. Fero todavía no me he sentido realizado en esta, vida de ninguna de las maneras. Me queda mucho camino por recorrer. Pienso que como futbolista tengo ahora la mejor oportunidad de mi vida y espero que el epitafio no se cumpla. Confío en que la calidad, a pesar del carácter, triunfe. Como. persona aspiro a ser una persona estable y feliz, porque creo que la felicidad existe cuando dos se quieren.

P.:¿Cuál fue su último sueño?

R.: El sueño más bonito de mi vida lo tuvo antes de nacer mi primer hijo. Soñé que iba a ser varón y soñé que asistía al parto de mi mujer. Nació el niño cogido a una cosa, agarré esa cosa y vi que era un libro y empecé a mirar la primera página, blanca, la segunda, blanca, blanca, blanca, blanca y Alegué a la última,- cerré el libro y detrás ponía fin. Acerté en sueños el sexo de mi hijo. El libro creo que es su vida y él tendrá que rellenarlo.

P.: ¿Religioso?

R.: No practico, pero creo que hace falta mucho valor para estar presente en el bautizo de un hijo habido fuera del matrimonio. Delante de la pila bautismal yo pensaba que Dios, en esos momentos, creería que era un pecador, pero actué como mi conciencia y mi pensamiento, me mandaron y estoy de ello muy orgulloso.

P.: ¿Te interesa la política?

R.: Me interesa como individuo le y ciudadano de un país, pero nada más. Soy un hombre muy conservador de sus cosas y de la lucha, de lo que uno gana con su propio esfuerzo, pero no sé lo que significa ser conservador si es ser de derechas o ser de centro; creo que de izquierdas, ¿no?

P.: ¿Debe España entrar en la OTAN?

R.: Sí, porque estamos indefensos ante lo que pueda ocurrir entre las dos grandes potencias. Aunque prácticamente somos más americanos que rusos, después de entrar en la OTAN Europa nos podrá prestar una ayuda frente a posibles agresiones.

P.: ¿Debe integrarse España en el Mercado Común?

R.: En realidad yo no sé si nos interesa, no sé si es conveniente teniendo detrás la enemistad de muchos países por cuestiones agrícolas, técnicas e industriales. Nuestra entrada podría perjudicar a otros ... No sé... Yo creo que en Europa no tienen ganas de que entre España.

P.: ¿Cuáles son las cosas más importantes de su vida?

R.: Lo que más me interesa es la salud de mis padres, de mis hijos y de todos los que me rodean.

P.: ¿A quién le gustaría conocer?

R.: Al Papa. Es un tío interesante el polaco.

A Juanito le acusan de inconstante, de infiel a las ilusiones de miles de aficionados que acuden a los campos de fútbol para verle jugar. Le defienden los juanitistas argumentando que cuando Juan quiere lo hace como nadie, porque sabe como nadie. A Juanito no le gusta que le comparen con Curro, con Curro Roméro, -aunque la comparación con un artista de esa talla debe encantarle a cualquiera-.

R.: Yo creo que no soy tan inconstante en el rendimiento como Curro. Yo le aprecio mucho a Curro, me considero currista, pero pienso que para verle torear hay que estar en la cuadrilla. Y conste que esto yo se lo he dicho a Curro.

P.: ¿Cambian las personas cuando van a un campo de fútbol?

R.: Dentro del campo mucha gente se convierte en otra cosa, sí, incluso los intelectuales.

P.: ¿Jugarían el Mundial los futbolistas de la selección española sin cobrar un duro?

R.: No creo que haya nadie tan iluso que lo proponga. Todos en esta vida, y yo me incluyo, somos materialistas. Porque el mundo es así.

P.: ¿Los futbolistas se consideran trabajadores?

R.: Somos conscientes de que estamos fuera del ámbito de los trabajadores que se levantan a las seis de la mañana; acaban la faena a las seis de la tarde, y en ese tiempo están metidos en una mina o están a veinte pisos de altura. Somos conscientes de eso, pero nosostros no tenemos culpa. Nosotros po seemos algo que nos ha dado Dios y. tenemos que aprovecharlo de la misma manera que hay gente que saca provecho de la cabeza que lleva encima de los hombros.

P.: ¿Hay solidaridad entre los futbolistas profesionales?

R.: Yo creo que no y se ha demostrado en la última huelga. Comprendo la postura de muchos equipos, pero entiendo que cuando se firma una cosa hay que llevarla adelante con todas las consecuencias, aunque pierdas lo que pierdas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_