Reunión sobre prevención de los riesgos profesionales

Dos comisiones de la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS), con sede en Ginebra y que agrupa a 320 instituciones que gestionan la seguridad social en unos 120 países, mantienen desde ayer una reunión de dos días en el palacio nacional de Congresos de Torremolinos, a invitación del Instituto Social de Higiene y Seguridad del Trabajo de España. Entre los temas que estudiarán figuran la cuestión de la interdependencia entre la prevención y el seguro contra los riesgos profesionales, y la de la prevención de los riesgos de la Vida privada.Los responsables de las políticas sociales hacen ver cada vez con mayor preocupación el aumento constante de los riesgos, y de hecho, los accidentes en la vida privada, o accidentes en el hogar. La realidad demuestra -según un informe de la AISS- que los riesgos calificados hasta ahora como profesionales o del trabajo ya no afectan solamente a las personas que ejercen un oficio o profesión y sólo durante sus horas de trabajo, sino que amenazan a toda la colectividad, que está expuesta constantemente, a riesgos mecánicos, químicos o eléctricos.

Las cifras al respecto son elocuentes. En el curso de los últimos veinte años,en varios países industrializados de Europa los accidentes del trabajo han disminuido en un 40% -ndican las estadísticas de la AISS-, mientras que los accidentes del tráfico han aumentado en un 0%, y los accidentes en el hogar han aumentado en un 80% aproximadamente. En un estudio de la AISS se prevé que, según esta tendencia, puede decirse que en 1982 se producirán en estos países cuatro accidentes del tráfico y, cinco accidentes en el hogar por cada accidente del trabajo.

Los factores, de esta evolución han sido, según los expertos, por una parte, la agravación de los riesgos en el hogar (proliferación de electrodomésticos y productos químicos) y, por otra parte la eficacia de las medidas de prevención aplicadas en los lugares de trabajo, que deberían hacerse extensivas a los hogares a través de normas técnicas específicas, como la difusión de informaciones de seguridad, la obligación de las inspecciones de los edificios, el control de los productos puestos en el mercado, etcétera. La AISS considera que debería procurarse que, a riesgo igual, la protección sea la misma para todos.