Encierros y huelgas de hambre en defensa del puesto de trabajo
Los encierros, los paros y las huelgas de hambre se han extendido por distintas provincias españolas en lo que va de semana. Aunque no parece existir ningún plan preconcebido para la simultaneidad y similitud de las acciones, prácticamente todos los conflictos tienen su origen en la defensa del puesto de trabajo.
El pasado lunes veintitrés trabajadores del comité de empresa del Consorcio Industrial Tabaquero del Arcipiélago (CITA), de Santa Cruz de Tenerife, iniciaron, según informa , una huelga de hambre. Tres son los objetivos de la huelga: que la empresa asegure el mantenimiento de los puestos de trabajo, que se negocie un pliego de condiciones en el que se respete la estabilidad laboral del sector tabaquero canario, y que los trabajadores estén representados en las negociaciones a mantener entre Tabacalera y los industriales canarios tabaqueros.CITA es la empresa tabaquera más fuerte del archipiélago canario y fabrica labores tan populares como Rex, Récord, Coronas y XXX, y mantiene en la actualidad dos centros de trabajo abiertos, después de haber reducido la plantilla de 1.100 a 800 trabajadores.
Ayer, según la misma agencia, los trabajadores en huelga de hambre decidieron continuar en su actitud hasta que se garantice la estabilidad de los 250 puestos de trabajo que la empresa desea rescindir, a causa del descenso en la venta de determinadas marcas de cigarrillos en la península.
Otros quince trabajadores de la empresa textil Mir Miro de Ripollet, Barcelona, se encerraron el pasado martes en el Ayuntamiento de esta localidad, iniciando una huelga de hambre por tiempo indefinido. La causa, en este caso, es el recurso presentado por la dirección de la empresa para rescindir todos los contratos laborales. Asimismo se han encerrado en las dependencias de la factoría 150 trabajadores.
A estas huelgas de hambre hay que sumar la que vienen protagonizando desde la pasada semana trabajadores de la localidad almeriense de Carboneras, uno de los cuales hubo de ser hospitalizado.
Encierros en la catedral
Trabajadores de la empresa del metal Harry Walker, en número de 85, iniciaron ayer, según informa Efe, un encierro en la catedral de Barcelona en protesta por el intento de la empresa de suprimir sus puestos de trabajo. Fuentes del comité de empresa señalaron que el encierro era tambíen una protesta por la incapacidad de la consejería de Trabajo de la Generalidad de Cataluña en la resolución del problema laboral por el que están atravesando los 85 trabajadores de Harry Walker.La dirección de la sociedad, de acuerdo con estas fuentes, había presentado un expediente de regulación de empleo que ha sido rechazado por la delegación de Trabajo. El comité de empresa propuso la elaboración de un plan de viabilidad que permitiera salvar todos los puestos de trabajo, sin que hasta la fecha se hayan iniciado conversaciones entre las partes.
También en una catedral, en este caso en la de Oviedo, se han encerrado los trabajadores de la empresa Enrique Rodríguez, Construcciones. La acción se inició el pasado martes, con veinticinco trabajadores. A lo largo del día de ayer se han ido sumando al encierro otros trabajadores hasta alcanzar el número de cincuenta, aunque oscila, según las horas.
Según informa , que cita palabras de un portavoz de los encerrados, la acción tiene por finalidad llamar la atención sobre su situación laboral, ya, que llevan cinco meses sin cobrar sus salarios. Aunque el criterio, tanto de los obispos, como del deán de la catedral, es contrario a los encierros en lugares de culto, su norma es no permitir el desalojo, si estos como en el, caso presente, son respetuosos con el lugar.
Dos trabajadores despedidos de la empresa Tubacex, de Llodio, Alava, se han encerrado con carácter indefinido en el Ayuntamiento de esta localidad. Los dos trabajadores fueron contratados temporalmente, por periodos de seis y tres meses. Los contratos no fueron renovados y al cabo de seis meses fueron despedidos. La Magistratutura de Trabajo de Alava declaró improcedente el despido, recurriendo la empresa al Tribunal Central de Trabajo.
A últimas horas de la tarde de ayer, Tubacex decidió hacer efectivos los despidos y pagar las indemnizaciones a José María Espinosa y Alfredo Gutiérrez, que se encuentran encerrados por este motivo en el ayuntamiento de Llodio, según informa Efe.
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