Petición de ayuda

Teniendo en cuenta la gran difusión de ese periódico y la calidad y cantidad de sus innumerables lectores, me permito dirigirle estas líneas por si tiene a bien publicarlas y ver si a través de ella puedo encontrar algún tipo de ayuda que nos permita a mí y a mi familia salir de la grave situación en que estamos sumidos como consecuencia de la enfermedad que nos aqueja, tanto a mi como a mi hermana.Tengo veinticinco años y vivo con mis padres, que son conserjes de una finca urbana y, por tanto, con ingresos muy reducidos, y una hermana de treinta años.

Hasta los doce años tanto mi hermana como yo éramos unos chicos normales y jugábamos y hacíamos la vida normal de todos los jóvenes, pero a esa edad mi hermana empezó a sentirse mal de las piernas, y su enfermedad, que posteriormente fue diagnosticada como "glucogenosis tipo II por déficit de maltasa ácida", la convirtió en una inválida que no puede salir de casa ni tenerse en pie.

Yo comencé a trabajar a los trece años, pero a los catorce también empecé a sentir los síntomas de esta enfermedad y tuve que dejar el trabajo de mecánico por otro de menos esfuerzo. Empecé a trabajar como delineante-calcador, acudiendo por la noche a clases a una escuela de formación profesional, hasta que la enfermedad me impidió continuar estudiando por no poder ni subir las escaleras de la academia.

Posteriormente me quedé sin trabajo y estuve en el paro. Actualmente, además de mis deficiencias risicas como consecuencia de la citada enfermedad "glucogenosis tipo II, por déficit de maltasa ácida", según se acredita en el adjunto informe clínico, de la Clínica Puerta de Hierro, me encuentro sin trabajo, sin cobrar paro y sin ayuda de ninguna clase ni por parte de la Seguridad Social ni de ningún otro organismo.

El objeto de solicitar su benevolencia por medio de esta carta se fundamenta principalmente en dos aspectos:

a) Tratar de recoger a través de sus lectores información sobre la posibilidad de que en España o en el extranjero exista algún centro médico que considere puede haber algún tratamiento efectivo para nuestra enfermedad.

b) Solicitar de quien corresponda (INP u otros organismos) la posibilidad de obtener alguna ayuda económica que nos permita afrontar la precaria situación en que nos coloca nuestra enfermedad y mi condición de parado forzoso./