Tres robots, contratados como agentes electorales para la campaña centrista
Tres originales robots pasean el mensaje de UCD por Andalucía. Su caminar sobre dos piernas mecánicas viene a ser una materialización del eslogan "Anda, Andalucía, anda". Pero su principal motivo de enganche lo constituye la capacidad que los tres robots poseen para entablar conversación con las personas que se les acercan, improvisar respuestas y formular preguntas. Su recorrido por los pueblos de Andalucía está resultando bastante llamativo.Los tres robots, de forma humaioide, se diferencian entre sí en la estatura (entre el 1,40 y el 1,90 metros de altura) pero su funcionamiento es idéntico. A la altura del pecho llevan una pantalla de televisión en la que el interlocutor se ve reflejado. Normalmente es el propio robot quien suele tomar la iniciativa de la conversación, con alguna observación más o menos impertinente sobre el aspecto físico de la persona que tiene enfrente, como por ejemplo: "¡Que calvo te has quedado!" o "¿Por qué no te has afeitado hoy?" o "¿Quién te ha regalado esa camisa marrón tan fea que llevas?", observaciones que siempre cuadran con el aspecto de la persona que está enfrente de él.
Normalmente, la chavalería se arremolina en torno al robot, que sostiene conversaciones ingeniosas con los críos, hasta que se acercan adultos con los que intercambia ideas, discute de política, critica a los adversarios en las elecciones y termina exponiendo el programa centrista.
El secreto de la capacidad de los robots para identificar las señas personales de sus interlocutores, sostener conversaciones fluídas e improvisar graciosas ocurrencias, no hay que buscarlo en un prodigioso avance de la cibernética. Se trata, simplemente, de un aparato de video, con pantalla incorporada, conectado con una furgoneta que queda cuidadosamente oculta a una distancia prudencial. En el interior de la misma existe una sala de control dirigida por un personaje que hace el papel de "alma" del robot. Una ocurrencia que está siendo bastante celebrada allá por donde pasa, aunque en algunos lugares fallos técnicos hayan deslucido su actuación.
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