Cuatro muertos y seis heridos graves al chocar frontalmente dos trenes a quince kilómetros de Santander

Cuatro personas muertas, los dos maquinistas, un jefe de tren, y un joven pasajero, y seis heridos graves es el balance del accidente ocurrido a las 6.58 horas de ayer en las proximidades de la estación de Orejo, lugar en el que estaba previsto el encuentro de los convoyes, situada a quince kilómetros de Santander. A esa hora, dos trenes que circulaban en dirección opuesta, entre Santander y Liérganes, chocaron frontalmente con gran violencia. Al parecer, el accidente pudo ser originado por un error al ser autorizada la salida anticipada de uno de los trenes siniestrados.

En el momento de la colisión uno de los trenes acababa de abandonar la estación de Orejo, en tanto que el segundo, a una velocidad superior a los ochenta kilómetros por hora salía de una cerrada curva, cercana al puente de Tijero. La máquina de este último quedó superpuesta sobre la otra, quedando atrapado en su interior el conductor.Según la reconstrucción de los hechos realizada a partir de las declaraciones de testigos y encargados de las estaciones cercanas, el tren procedente de Liérganes y con destino a Santander recibió del jefe de estación de Orejo, Luis Bolado, la orden de salida. Unos minutos antes el convoy procedente de aquella ciudad abandonaba el apeadero de Heras, en el que no se encontraba el responsable, tras comunicar con la estación de El Astillero y ser autorizado a ello. El punto previsto de encuentro de ambos era la estación de Orejo, lo que sólo se veía alterado en caso de retraso o adelanto de alguno de los convoyes, situación que, al parecer, se produjo ayer. Estaba previsto realizar el cruce en el apeadero de Heras. Parece que, a pesar de que en esta última estación no se respondió a las llamadas de Orejo para confirmar la detención del tren procedente de Santander, se autorizó la salida del de Liérganes.

Murieron en el accidente el jefe de tren, Cándido Prados Llerena, de 60 años, los dos maquinistas, Filomeno Gómez Sebastián, de 31 años y Luis Antonio Ruiz Cornejo. Este último fue rescatado de entre el amasijo de hierros casi seis horas después de ocurrido el accidente. El joven, Juan Alberto Pérez Pérez, de 23 años, también murió instantáneamente. Los seis heridos graves, que se encuentran internados en el centro médico Marqués de Valdecilla, son los pasajeros Carmelo Tardio Menéndez, de 52 años, que sufre fractura craneal; Joaquín Crespo Rodríguez, de 48 años, sufre politraumatismo; Juan Luis Castañón González, 27 años, politraumatismo; Primitivo Lorenzo Andrés, 61 años, politraumatismo; Manuel Hilario Jimeno Fernández, 37 años, fractura de nariz; y Juan Flores Rosado, de 60 años, con fractura de la pierna derecha.

Atrapados durante media hora

Los ocupantes de los dos trenes, en su mayoría vecinos de Liérganes y localidades cercanas, que se dirigían a la feria de Solares, permanecieron más de media hora sin poder abandonar los vagones al encontrarse las puertas bloqueadas por el choque. Algunos pasajeros que resultaron ilesos fueron quienes, tras saltar por las ventanillas, dieron la noticia del accidente. Entre las primeras personas que acudieron al lugar de los hechos, a menos de cuatrocientos metros de la estación de Orejo, se encontraba el alcalde de Marina de Cudeyo, Antonio Bernó, cuyo domicilio se encuentra cercano. Bernó ha declarado que cuando llegó al lugar del siniestro pudo escuchar durante unos minutos los gritos de uno de los maquinistas atrapado en el interior de la cabina y que falleció antes de ser rescatado.

Los heridos fueron trasladados en coches particulares y ambulancias al centro médico Marqués de Valdecilla, de donde pasaron a su domicilio trece de ellos, quedando los seis restantes ingresados. Entre éstos se encuentra un viajero que se arrojó del tren en marcha al percatarse de la inminencia del choque. Fuerzas de la Guardia Civil, de la Cruz Roja, bomberos de Santander y personal de Ferrocarriles de Vía Estrecha (FINE), consiguieron rescatar, no sin grandes dificultades los cuerpos destrozados del maquinista y el jefe de tren de uno de los convoyes, así como el del joven pasajero. El último en ser rescatado fue el conductor Antonio Ruiz Cornejo, seis horas después de ocurrido el accidente, Se dio la circunstancia trágica de que durante esas horas, y debido a la dispersión de sus miembros, los equipos de salvamento pensaban que aún restaban dos personas por rescatar.

En los trabajos para separar los dos convoyes se utilizaron sopletes y una potente grúa, así como una máquina procedente de Santander que fue , finalmente, la que consiguió separar. las cabinas. A últimas horas de la tarde de ayer la vía donde se produjo el percance permanecía cerrada al tráfico.

El presidente de la Diputación Regional de Cantabria, José Antonio Rodríguez, acudió al lugar del trágico suceso junto al director general de Sanidad del ente autónomo, Darío Ruiz de Salazar, al igual que el gobernador civil, Emilio Contreras quien calificó de "dantesco" el espectáculo que ofrecían los trenes siniestrados.

A primeras horas de la tarde la oficina de Prensa de FEVE hizo público un comunicado oficial en torno al accidente. "Desgraciadamente", dice en la nota, "tenemos que informar que a las 6.58 horas de hoy (ayer para el lector) colisionaron entre las estaciones de Heras y Orejo dos trenes de viajeros, uno procedente de Liérganes y el otro de Santander, teniendo que lamentar cuatro muertos, de ellos tres ferroviarios y 22 heridos, uno de ellos grave. Han sido atendidos con prontitud por la Cruz Roja, centro de Valdecilla, bomberos y Guardia Civil. Se trabaja intensamente para dejar expedita la vía y se está instruyendo el preceptivo expediente para la aclaración de las causas del accidente".