Cuatro empresas españolas se disputan la importación de los automóviles Innocenti

Cuatro importadores españoles de automóviles se disputan la posibilidad de traer a este país, desde Italia, los pequeños coches Innocenti. El atractivo de estos vehículos radica en su pequeño tamaño, su nueva mecánica de sólo tres cilindros y su acabado interior, más propio de coches de más lujo y superior tamaño. Los grupos forma dos por Heiderich-Ornilla, Lezauto, Mavilsa, todos ellos con sede en Madrid, y Corver, en Barcelona, mantienen una pugna que pone en evidencia el interés que, pese a la crisis del sector, despierta la importación de automóviles.Hasta ahora, la marca Innocenti fabricaba en Italia, bajo licencia, los populares Mini británicos. Sin embargó, su nuevo modelo, de recentísma aparición, está impulsado por un motor japonés Dahiatsu, de sólo tres cilindros. Según su fabricante, el conocido industrial italo-norte americano-argentino Alejandro De Tomaso, parece increíble que nunca antes se hayan utilizado este tipo de motores, cuyo menor tamaño, menor peso, menor número de averías y menor consumo los convierte en mecánicas ideales para los pequeños utilitarios.

En España, las anteriores versiones de los Innocenti tuvieron gran aceptación. El pasado año, cerca de mil unidades se vendieron de este modelo, pese a su discutible mecánica. Esta cantidad, unida al margen con que operan generalmente los importadores de automóviles en este país, parece haber servido de estimulante a cuatro de los más conocidos para hacerse con esta marca.

La baza de Heiderich

El grupo Heiderich-Ornilla, antiguo importador de la marca alemana occidental BMW, verá su contrato cancelado a partir del próximo día 1 de junio. Ante esa situación, y a base de comprometerse a una elevada cifra de ventas, Heiderich logró que la marca italiana Alfa Romeo le nombrase importador exclusivo en España, desplazando de ese lugar a su propia filial. Con una organización muy amplia y muy costosa para el alemán -ganador de una gran fortuna con sus anteriores importaciones-, la marca Innocenti puede suponer una baza importante para su mantenimiento.

Lezauto, por su parto, al margen de sus ventas de coches Seat es un pequeño importador de motocicietas Guzzi, marca italiana propiedad, asimismo, de De Tomaso.

Para reforzar su imagen con el industrial italiano, Pedro Lezcano -accionista mayoritario de Lezauto- se ha quedado con la importación parcial para España de Maserati, otra de las marcas controladas por Alejandro De Tomaso. Pero difícilmente tendrá fuerza para competir con sus poderosos, competidores.

El tercero en discordia es Javier Toda, otro de los conocidos hombres de negocios del sector del automóvil. Toda está ligado, entre otras muchas, a las marcas Rolls-Royce, Bentley, Triumph, Jaguar, Opel, General Motors, Honda y Suzuki. De cualquier forma, su anterior poderío ha decrecido en los últimos años.

Finalmente, el cuarto candidato es el catalán Alberto Folch, poderoso industrial de pinturas, con negocios inmobiliarios, empresas de construcción y uno de los, más fuertes importadores de motocicletas. Menos introducido en el sector del automóvil, está vinculado a la marca japonesa Mazda, en espera de que, algún día, estos coches puedan importarse libremente en nuestro país. Su respaldo económico es, sin duda, el más fuerte de todos.

El duelo entre los cuatro, desproporcionado para un objetivo como el de la marca Innocenti, sorprende en un momento de crisis como el que en la actualidad atraviesa el sector de automoción en España.