Un desierto de hielo con ingentes reservas económicas
La Antártida o sexto continente, situada en la zona polar austral, tiene una superficie aproximada de catorce millones de kilómetros cuadrados, equivalente a la extensión de Europa y Australia juntas. Tan sólo el 2% de su superficie no está cubierta de hielo. El resto es un gran casco glaciar, que en algunos puntos alcanza 4.000 metros de espesor.La confirmación de la existencia de este nuevo continente se atribuye al navegante holandés Dirk Gherritz, arrojado hacia el sur por el temporal mientras doblaba, en 1599, el Cabo de Hornos. El primer desembarco en suelo continental se produjo el 7 de febrero de 1821, a cargo de la expedición del norteamericano Jhon Davis.
Otros hitos de la investigación sobre la Antártida, más conocidos, son la llegada al Polo Sur del noruego Roald Admunsen, con un trineo de perros, el 14 de diciembre de 1911, y la muerte del británico Robert Scott y sus hombres, un mes más tarde, después de haber alcanzado también el polo.
El interés por la Antártida, además del puramente científico, se ha centrado desde su descubrimiento en las posibilidades económicas que se intuyen.
Hoy se considera que existen, bajo los hielos, grandes reservas minerales, incluidos yacimientos de uranio, carbón y petróleo.
El exterminio de ballenas ha provocado una modificación del ecosistema oceánico y ha hecho posible la multiplicación del krill (Euphan¡a Superba), un crustáceo pelágico de tres o cuatro centímetros, parecido al camarón, que puede llegar a ser una de las reservas de proteínas más inmportantes de la humanidad. El producto se presenta en forma de pasta, fácilmente almacenable y transportable, y que contiene entre un 13% y un 20% de proteínas.
Se calcula que existen, entre los paralelos 50º y 60º de latitud sur, unos 5.000 millones de toneladas de krill, que podrían extraerse del mar a razón de 150 o 200 millones de toneladas anuales.
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