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La impotencia, el trastorno sexual más frecuente entre los españoles

La impotencia es la disfunción sexual que más consultas provoca por parte masculina en los gabinetes y consultas de sexología en España, tanto de la medicina pública como de la privada, según pusieron de relieve los terapeutas, la mayor parte médicos con años de experiencia en las consultas públicas, participantes en la jornada sobre la sexualidad masculina en crisis.A la impotencia sigue, a muy poca distancia en cuanto a número de casos, la eyaculación precoz -a menudo antesala de la impotencia, en opinión de un terapeuta- y, con menor número de casos, la inapetencia sexual. Aunque las estadísticas presentadas eran parciales, se confirmó la tendencia al aumento de los casos de eyaculación precoz, que en algunas consultas han superado en los últimos años a los de impotencia, y el menos espectacular, pero significativo, en los casos de inapetencia sexual, que los participantes tendieron a relacionar directamente con el cambio en el papel tradicionalmente pasivo de la mujer en la relación sexual.

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Ninguno de los expertos en terapia sexual pudo dar cifras sobre el porcentaje estimado de hombres españoles que sufren de alguna disfunción sexual, dado que se cree que una gran parte no acude a consultar su caso, entre otras cosas, porque hasta ahora no existía apenas oferta en este campo. "Existen personas equilibradas en el aspecto psíquico que sufren importantes disfunciones sexuales y viven normalmente. Cuando las descubrimos pensamos cómo han podido vivir así." señaló el doctor Francisco Vaquero.

En los primeros cuatro años de funcionamiento de la consulta de sexología en la ciudad sanitaria La Paz, de Madrid, de 1974 a finales de 1977, como dato indicativo, se atendieron 470 pacientes de ambos sexos, lo que suponía un 7,51% del total de consultas de psiquiatría. De ellos, en el 69%. el motivo de la consulta era un trastorno en la mujer, y en el 3 1 %, en el hombre, aunque en la mayoría de los casos se trató, como suele ser habitual en las consultas de sexología, a la pareja. El tipo y porcentaje de disfunciones sexuales diagnosticadas era similar, señaló Enrique Baca Baldomero en la presentación de estos datos, a los que se dan en el extranjero en los servicios de sanidad pública, lo que parece indicar que tampoco en lo relativo a problemas sexuales España es diferente.

En los hombres, el porcentaje de curación fue de un 47%, se obtuvo mejoría en un 34%. y se fracasó en un 8% de los casos, con, una tasa de abandono mayor que en las mujeres, que curaron en un 60% de los casos, mejoraron en sólo un 16,4%, y no obtuvieron mejoría alguna en casi un 20%. Estos datos son similares a los dados por el doctor José María Farré, del departamento de psiquiatría del llospital Clínico de Barcelona, sobre casos en los que se ha efectuado un seguimiento mínimo de cuatro años.

El doctor Farré señaló un alto número de recaídas en los casos de impotencia, cuyas causas más frecuentes son, en su opinión, la angustia al fracaso, el miedo al embarazo y el tamaño del pene. En un 61% de los casos se observó un estado de gran ansiedad, sin que se pudiera asegurar si era anterior o posterior al problema. El mayor porcentaje de éxitos se dio en los problemas de ausencia de eyaculación en el hombre, y frigidez, en la mujer, mientras que los fracasos se centraron en los casos de impotencia, donde se produce gran número de abandonos en el tratamiento.

Los hombres españoles tienden a consultar sus problemas sexuales entre los 31 y 35 años, y entre los 41 y 50, edades que se corresponden con las estadísticas mundiales en cuanto a posibilidad de sufrir disfunciones sexuales, mientras que en las mujeres los trastornos suelen darse entre los 25 y los 30 años. Las consultas de sexología en España tienen todavía corta vida, pero se ha advertido un aumento muy significativo en la demanda, a medida que se ha producido la oferta. Los especialistas españoles utilizan diversidad de métodos, que empiezan por descartar las causas fisiológicas, y siguen con una evaluación de la situación del paciente. "Un factor muy importante es el entorno, la familia, el trabajo, los horarios", señaló Germán Herrero, de la ciudad sanitaria La Fe de Valencia. Se aplican las terapias ya clásicas de Masters y Johnson, la psicoterapia individual y de grupo, la terapia de conducta, que puede incluir ayudas de tipo audiovisual, deberes sexuales para que el paciente efectúe, utilización de fantasías eróticas, etcétera.

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