Un territorio estratégico y minero

Corredor estratégico entre Egipto y el Medio Oriente, el Sinaí es conocido por sus importantes yacimientos de petróleo, cobre y piedras preciosas (malaquita y turquesa) y la belleza natural de sus costas. En sus 61.500 kilómetros cuadrados habita una población de 180.000 personas, pertenecientes en su mayor parte a quince tribus beduinas que, salvo raras excepciones, se han mantenido al margen de los hábitos de vida introducidos en los quince años de ocupación israelí.El Norte es, una sucesión de dunas y extensiones arenosas, con una franja costera cultivada de pocos metros, en la que crecen más de doscientas especies de flores. En esa. zona existen una serie de lagos naturales en torno a los que se ha creado una reserva de animales que va desde las grandes aves migratorias hasta las dos únicas especies. de mamíferos conocidas, leopardo y gacela.

El centro del Sinaí engloba las mayores alturas, entre ellas el monte Sinaí, de 2.674 metros. Las formaciones graníticas se suceden hasta tocar la costa, a la altura de Sharm el Cheikh, una de las más bellas de la península.

El clima es árido y seco en toda la región, con temperaturas que exceden los 35 grados a partir de julio. La pluviometría es prácticamente inexistente, salvo en la región de El Arrish, donde existe la mayor concentración urbana, integrada p or.70.000 personas.

Las tribus beduinal cuentan con sus propios consejos, que se reúnen una vez por mes en Ell Arrísh. Las autoridades egipcias han firmado que respetarán esas costumbres, dentro de un contexto de descentralización promovido por el Gobierno.

La cohabitación entre beduinos y egipcios del delta, que El Cairo entiende incitar a la emigración al Sinaí, aparece, en teoría, como un tema de posible fricción en el futuro.