Protesta de unos comunistas
No pretendemos cuestionar la línea editorial de su periódico -que, por cierto, compramos muchísimos comunistas-, que, al servicio de unos intereses concretos, se expresa con innegable eficacia. Pero creemos que EL PAIS, que presume de honestidad informativa, está moralmente obligado a partir en sus análisis políticos de datos ciertos. No por ustedes, que, desde cualquier punto de salida, llegan siempre a las conocidas conclusiones anticomunistas. Pero el lector que les acompaña en su lectura debería conocer los datos reales. Después, si llega a las mismas conclusiones, está en su derecho.Somos millares de comunistas, lectores asiduos de EL PAIS, los que nos sentimos aludidos -y menospreciados- por su editorial del 15 del presente mes titulado La escisión de los comunistas catalanes. Nos consideramos, pues, con derecho moral para pedirle la publicación de las siguientes puntualizaciones:
1. Es absolutamente deshonesto dejar caer la especie calumniosa que queda sobreentendida cuando dice "aunque ayudado y propiciado probablemente por instancias exteriores". Calumnia que algo queda... Ni siquiera son originales, ya que les precedieron en ese cometido los señores Carrillo y Sole Turá, entre otros.
2. Indigna el tono desdeñoso utilizado para descalificar a personas de honestidad fuera de toda discusión. Decir "no parece, sin embargo, que la herejía catalana puede extenderse al resto de España de la mano de personajes como Fernando Sagaseta o Francisco García Salve" encierra una carga de insoportable desdén, que sólo se puede entender desde la prepotencia que da disponer de las columnas preferentes de EL PAIS. Las buenas maneras del liberalismo están ausentes.
3. Los comunistas, que en el resto de España estamos empeñados en recuperar el partido comunista, no somos ¿,mulos del PCC, ni pretendemos rriimetizar un proceso que corresponde a los camaradas catalanes. Otra cosa es que la feliz solución (¡el VI Congreso, de una importancia que rebasa sin duda su ámbito te:rritorial, nos sirva de apoyo y de estímulo acelerador. Nada más, porque nuestros presupuestos son muy anteriores al V Congreso del PSUC y más aún al VI del PC(~.
4. Para unos observadores tan finos como ustedes no hay disculpa para el ocultamiento de un dato revelador: todas las escisiones del Partido Comunista de España -las que cita y otras- se han producido tras la irresistible ascensión de Santiago Carrillo a la secretaría general. Así que tendrán que examinar la aplicación eclesial y despectiva del adjetivo "herejes" que, en todo caso, correspondería a los "inventores" del bodrio eurocomunista.
5. Rechazamos el supuesto insultante de que los comunistas españoles necesitamos andaderas de nadie. García Salve y Sagaseta son miembros estimadísimos del proceso de unificación de los comunistas, pero no más -ni, por supuesto, menos- que cualquiera de los firmantes, o de los miles que no han tenido la oportunidad de estampar la suya. Entre los comunistas no son nunca los líderes los que hacen el partido, sino al revés, es éste quien hace sus líderes. La clase obrera es un vivero inagotable./ y 11 firmas más.
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