Oliver Reed,

intérprete de películas tan populares como Los tres mosqueteros, Mujeres enamoradas, Tommy y Oliver, presentó anteayer en el Tercer Festival Internacional de Cine Imaginario y de Ciencia Ficción de Madrid su última película Venon. El actor, no contento con la sóla fruicción y explicación de sus intervenciones en el "séptimo arte", se ha dedicado al "deporte" de la agresión y el exhibicionismo. Cuando el crítico de cine de EL PAIS, Diego Galán, intentó entrevistarse con él, se vió sorprendido por la actitud agresiva del actor británico, que de este forma desmintió de modo rotundo la flema que se le supone a un ciudadano del Reino Unido. Reed se avalanzó sobre el crítico, a quien atacó con los puños, sin llegar a consumir la agresión, mientras gritaba un exabrupto. Los representantes del festival ya habían advertido de que la conducta del actor había provocado situaciones similares, por ejemplo, la noche anterior, cuando lució los genitales en un comedor público, sorprendiendo a los presentes con imprevisibles tatuajes. Parte de estos tatuajes fueron mostrados también en frente del hotel madrileño donde se alojaba, poco antes de partir para Londres, en un estado manifiesto de embriaguez.