El Gobierno decide la vuelta del Ejército a la cooperación en la lucha antiterrorista

El Gobierno ha decidido poner en marcha una serie de medidas encaminadas a combatir las actividades terroristas, que estarían centradas en la vuelta del Ejército a la participación en diferentes misiones. y servicios que no han sido especificados y en la puesta en marcha de un dispositivo de alerta policial en todo el país. Estos son al menos los dos acuerdos adoptados en una reunión de urgencia celebrada a primera hora de la tarde en el Palacio de la Moncloa entre el jefe del Ejecutivo y seis de sus ministros, entre ellos los titulares de Interior y Defensa. Rosón convocó ayer en dos ocasiones a los principales mandos policiales y acudió a La Moncloa por segunda vez a última hora de la tarde.

El atentado perpetrado la madrugada pasada contra las instalaciones de la Compañía Telefónica en Madrid ha sido factor determinante para la adopción de estas medidas, que, en lo que se refiere a la alerta general o "emergencia nacional", incluye, entre otros dispositivos, la puesta en marcha de la práctica totalidad de los distintos servicios policiales, la incorporación inmediata de todos los gobernadores civiles a sus respectivos despachos, medidas de seguridad en tomo a edificios y servicios públicos, refuerzos en la vigilancia de unidades, establecimientos y viviendas militares, y controles continuos en los accesos y salidas de las principales ciudades.Por lo que se refiere a la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad, se piensa que tales tareas estarán relacionadas con la vigilancia de y protección de instalaciones vitales, centros energéticos, nudos de comunicación, etc. De manera especial, el Ejército colaborará en la vigilancia de la frontera con Francia, según dijeron medios del Ministerio del Interior.

En el despliegue de hace un año, en el que también intervinieron fuerzas de los tres ejércitos, se llegaron a vigilar las aguas territoriales españolas cerca de la zona francesa. Existe el convencimiento pleno entre los responsables del orden público de que los grupos terroristas que están actuando ahora son comandos ilegales, que tienen su residencia habitual en Francia.

El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, estuvo reunido durante casi dos horas con sus ministros, entre los que se encontraban los dos vicepresidentes del Gabinete y los titulares de Interior, Defensa, Justicia y Transportes y Comunicaciones, así como el delegado del Gobierno en el País Vasco. En la reunión, además de las medidas adoptadas, el ministro del Interior informó del atentado perpetrado en las instalaciones de la Compañía Telefónica en Madrid, así como de las dificultades existentes en la comunicación telefónica.

Los mandos policiales temen que esta ofensiva esté aún en su primera fase y estudian un replanteamiento de la lucha antiterrorista, que contemplaría medidas para hacer frente a los distintos comandos ilegales, unos cincuenta terroristas especialmente adiestrados para el manejo de armas semipesadas de corto alcance y la manipulación de explosivos, que se en cuentran repartidos por diferentes puntos de la geografía española. y provistos de armamento sofisticado, como lo demuestran los, al menos, cuatro lanzagranadas anticarro que han sido utilizados indistintamente en los atentados de San Sebastián, Pampiona, Barcelona y Bilbao.

Rosón, con los mandos policiales

Juan José Rosón, ministro del Interior, convocó a media mañana de ayer en su despacho, antes de su encuentro con Calvo-Sotelo, a los principales mandos de la Dirección de la Seguridad del Estado, entre los que se encontraban su director, Francisco Laína; el director general de la Policía, José Luis Femández Dopico, y el jefe del Mando Unico para la Lucha Contraterrorista (MULC), Manuel Ballesteros, así como a los responsables de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, entre otros, con quienes cambió impresiones sobre la situación y trazó las líneas de actuación a seguir a partir de ahora, y que contemplan medidas como las ya citadas. Esta reunión se repitió por la tarde. Rosón, al parecer, no se encontraba muy satisfecho de los servicios policiales de los últimos días, ya que estaba puesto en marcha un dispositivo preventivo denominado Operación Menta y que incluía la vigilancia de centros y establecimientos públicos, entre ellos el edificio de la Compañía Telefónica volado por ETA militar.

Precisamente el ministro del Interior, en la conversación telefónica que sostuvo con el jefe superior de Policía de Madrid, Gabriel García Gallego a las 5.58 de la madrugada, en la que fue informado de lo sucedido, preguntó por la vigilancia policial existente en los alrededores del edificio, a lo que se le respondió con la disculpa de que los efectivos se encontraban en la otra esquina de la calle.

Vigilancia y controles en Madrid

La Jefatura Superior de Policía cle Madrid puso inmediatamente después de producirse el atentado contra la Compañía Telefónica un nuevo dispositivo para reforzar la vigilancia en Madrid y en su provincia. Las medidas de seguridad han sido extremadas en edificios oficiales y en centros públicos, así como en el aeropuerto y en las e:staciones de autobuses y de ferrocarril. La Policía Nacional y la Guardia Civil, por su parte, han montado varios controles tanto en el interior de Madrid como en distintos puntos de acceso y salida.En uno de los centros antes citidos, concretamente en la estación ferroviaria de Chamartín, se produjo a las 11.00 horas de ayer una falsa alarma de bomba, lo que dio lugar a la paralización de las salidas de los diferentes trenes y a que se llevara a cabo un minucioso registro en todas las instalaciones. El anuncio sobre la posibilidad de otro atentado fue hecha mediante llamada telefónica a diferentes medios de comunicación. También se produjeron otras llamadas de este tipo anunciando la colocación de explosivos en otros centros, que resultaron ser todas falsas.

Respecto a la cooperación de las Fuerzas Armadas en la lucha antiterrorista no se han obtenido precisiones sobre las tareas específicas que serán encomendadas a los militares. "El silencio es vital en estas circunstancias", declaró ayer el director de la Seguridad del Estado, Francisco Laína.