Objetivo frecuente de los terroristas
El atentado de ayer contra la central telefónica de la calle Ríos Rosas, en Madrid, es, sin duda, el de mayor magnitud material, pero no el primero de los cometidos por ETA contra empleados de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE). Es la primera vez, sin embargo, que la organización terrorista dirige sus acciones contra dicha empresa fuera del ámbito geográfico del País Vasco.En la mayoría de los casos, ETA o los Comandos Autónomos Anticapitalistas (CAA) han tratado de justificar sus criminales acciones aludiendo a la responsabilidad de la CTNE en el control de las comunicaciones por parte de las Fuerzas de Seguridad.
En este sentido se pronunciaron los Comandos Autónomos al reivindicar, el 26 de octubre de 1980, el asesinato de Juan Manuel García Cordero, entonces delegado de la Compañía Telefónica en Guipúzcoa, ocurrido tres días antes. Juan Manuel García fue secuestrado cuando salía de su domicilio, en San Sebastián, para dirigirse a su trabajo. Su cadáver fue encontrado cerca del monte Ulía.
En el comunicado hecho público a través del diario Egin, los CAA manifestaban,que el asesinato se había producido "debido a su papel en las escuchas telefónicas", y señalaban a García Cordero como el encargado de "tener las listas de los teléfonos controlados, así como de mantener contactos con la Guardia Civil para el mejor control telefónico". El comunicado, en tono amenazante, concluía advirtiendo que no se trataba de una acción aislada, sino de "un aviso a todos los que colaboran con la policía, tanto en controles telefónicos como postales".
Tres días después de este primer atentado, ETA Militar se responsabilizaba del asesinato de Juan Carlos Fernández Aspiazu, jefe de relaciones públicas de la CTNE en la capital guipuzcoana y encargado de las páginas amarillas de la guía telefónica. El crimen se produjo en el bar Kopos, de San Sebastián, del que era copropietario Juan Carlos Fernández, cuando dos encapuchados penetraron en el local y dispararon.
El último acto terrorista contra la CTNE se produjo hace poco más de tres semanas. El 26 de marzo último, nuevamente fueron los Comandos Autónomos Anticapitalistas, según se supo por la posterior reivindicación, los autores del asesinato de Enrique Cuesta Jiménez, delegado de la compafíía en San Sebastián, quien recibió un único disparo en el corazón de los efectuados por dos jóvenes. En este atentado resultó gravísimamente herido el policía de escolta que le acompañaba, Antonio Gómez García, quien posteriormente falleció a consecuencia de las heridas recibidas.
Precisamente en el comunicado de reivindicación de este atentado, los llamados Comandos Autónomos lanzaron una amenaza indiscriminada contra los empleados de la Compañía Telefónica.
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