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Gente

Helmut Schmidt

en cuyo pasaporte figura como profesión la de "canciller federal", declaró en una entrevista, realizada por la actriz Lili Palmer para la televisión alemana, que cuando abandone la política escribirá uno o dos libros y no trabajará más de ocho horas diarias en lugar de las dieciseis que trabaja ahora. "Será para mí una liberación, dormiré más tiempo, leeré mucho e iré al teatro", dijo el jefe de Gobierno de la República Federal de Alemania quien señalaba asimismo que se le habría tratado de loco si en sus tiempos de estudiante hubiese dicho que llegaría a ser canciller federal. Manifestó que le habría gustado ser urbanista pero sus medios económicos le impidieron desplazarse fuera de su Hamburgo natal para estudiar esta carrera en otra ciudad donde existiese facultad de Arquitectura. En sus "confidencias" Schmidt dijo que conoció a su mujer, Loki, -con la que se casó hace cuarenta años- cuando estudiaba en el liceo, que consulta con el mismo dentista desde hace veinticinco años, que se inició en la pintura y en la música en su juventud, pero que sus conocimientos musicales son demasiado limitados", a pesar de que acaba de grabar un disco como pianista. El marcapaso que le fue implantado el pasado mes de octubre lo considera como un alivio. Finalmente, siempre mostrando ser muy humano y lleno de humor, aunque se le considere un hombre frío del norte, el canciller dice que tiene el pasaporte caducado "pero nadie me lo ha pedido nunca", se excusó.

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