Un grupo escolar de la comarca leonesa de La Cabrera funciona sin luz desde hace siete años
Un grupo escolar de EGB, con 86 alumnos, pertenecientes a un total de nueve pueblos de la comarca leonesa de La Cabrera, funciona sin luz eléctrica desde que fue construido, hace siete años, en la localidad de Truchas, a unos noventa kilometros al sudoeste de la capital de la provincia. Los alumnos, que diariamente tienen que ser transportados en autocares, carecen también de calefacción y tienen que acomodar el horario de clases a las horas de sol que rigen para cada estación del año.
La precaria situación del centro ha sido denunciada por los profesores, según los cuales las cuales las ocupan un antiguo edificio de extensión cultural al que se han ido añadiendo nuevos compartimentos, construidos con materiales prefabricados, a medida que aumentaba el número de estudiantes.Entre otras deficiencias, la zona carece de centros de enseñanza preescolar; los alumno del primer cielo de EGB comparten la misma aula y el mismo maestro; la única calefacción es una estufa de butano -las calderas no pueden funcionar por falta de energía eléctrica-, y para estudiar BUP o Formación Profe sional los escolares deben desplazarse sesenta kilometros, has ta La Bañeza. Durante el invier no, las clases tienen que ser interrumpidas a la una de la tarde y se reanudan a las 14.30 par aprovechar la luz solar.
Sin fondos suficientes
El delegado de Educaci ón y Ciencia de León, Alfredo García Fraile, manifestó a EL PAÍS que la falta de luz eléctrica y calefaeción son responsabilidad del Ayuntamiento de Truchas, que, a su vez, asegura no disponer de fondos suficientes para atender al mantenimiento del colegio. El mismo portavoz oficial insistió en que el ministerio está gastando cantidades proporcionalmente muy elevadas en el mantenimiento del mismo: 15.600 pesetas diarias por transporte escolar y otras cinco rnil por becas de comedor, a las que se añade el sueldo de los seis maestros que lo atienden (un profesor para cada quince alumnos).Los probleirnas de este grupo escolar son similares a los de las 512 escuelas unitarias que existen en la provincia de León, noventa de las cuales cuentan con menos de diez alumnos, y veinte, con menos de cinco. Todas ellas se encuentran situadas en áreas rurales y de escasa población -zonas de montaña- que obilgan a fuertes desembolsos: el coste por escolar y año es, en algunos casos, superior a las 250.000 pesetas, y la media por aula en la provincia es de sólo 24,5 alumnos.
Por su parte, el alcalde de Truchas, Rodrigo Sanromán, se limitó a reconocer a EL PAÍS que el colegio nunca había contado con luz eléctrica desde que comenzó a funcionar, a mediados de los años setenta, y que el Ayuntamiento había pedido a la empresa suministradora, Unión Eléctrica, que realizara el enganche a la red de distribución. Según el alcalde, las calderas de calefacción tampoco podían funcionar sin energía eléctrica ("esperamos que lo hagan el próximo invierno"), añadiendo que problemas burocráticos y técnicos ("no valía la instalación") habían retrasado la entrada en funcionamiento de ambos servicios.
Area deprimida
El Ayuntamiento de Truchas, con 13 pueblos y 2.700 habitantes, ocupa la vertiente sur de la sierra del Teleno, una de las áreas más deprimidas y con mayor índice de emigración de todo el país. Algunos de estos pueblos, fundamentalmente ganaderos, distan de la cabecera del municipio dieciséis kilometros, lo que hace que las comunicaciones entre ellos y con la cabecera del municipio no sean fáciles a lo largo del año, aunque las dificultades se acrecietan sobre todo en los meses de invierno, en los que son frecuentes grandes nevadas.
