La huelga de futbolistas
Yo, como el señor Fernández Ordóñez, tampoco quisiera inmiscuirme en la pugna AFE-Federación de Fútbol, no porque sea un asunto delicado, sino porque me parece lo más normal del mundo que cada parte ponga sobre la mesa sus argumentos, incluidos los de fuerza, para tratar de lograr lo que cree que es suyo. Pero como detrás está el asunto fiscal, sí voy a inmiscuirme (Hacienda somos todos).En el programa de Radio Nacional Directo-Directo, el señor Sierra (Quino), como buen jugador, echó balones fuera a todas las preguntas que le hicieron al respecto. Palabras grandilocuentes, conceptos generales y nada más. Su acompañante llegó a mencionar el concepto de rentas irregulares. En el diario Abc, del mismo día 2, el tesorero de la Federación dice que los jugadores tienen razón, que sus rentas son irregulares. El señor Núñez se reúne con la ministra de Cultura para encontrar una solución al problema de los clubes que pidieron dinero para estadios y que va a ser difícil que puedan pagarlo. ¿Pretenden los jugadores de fútbol que todas las rentas sean irregulares? Esto, en lenguaje popular, es pedir una tarifa más baja para ellos exclusivamente. Al final de todo este galimatías, el fútbol, que ya figura en los Presupuestos Generales del Estado, figurará en los circuitos privilegiados de crédito y en no se sabe qué sitios más. Viva la economía de mercado.
Es un hecho cierto que todo colectivo organizado puede presionar para obtener privilegios. Yo propongo la APFE (Asociación de Paganos Fiscales Españoles). ¿Se apunta alguien? Lo de pagano es de "pagar" (no me vayan a buscar las vueltas por la religión y me envíen al Tribunal de la Inquisición)./
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