Memoria de Carlos Rama

La muerte del sociólogo e historiador uruguayo Carlos M. Rama, ocurrida recientemente durante una accidental permanencia en Italia, empobrece no sólo a la cultura de su patria, sino también a la española y a la iberoamericana en su conjunto.Radicado desde hace años en Barcelona, Rama había recobrado, junto con la nacionalidad de sus padres españoles, el derecho a intervenir activamente en la vida intelectual de este país, que ejerció ejemplarmente. La cátedra, el libro, el ensayo, el artículo periodístico y aun los paneles especializados de la televisión fueron instrumentos de esa acción incansable, expandida en tres líneas que Rama supo combinar con hondura y versación: la compenetración con el proceso español, el encuentro de la cultura española con la de América Latina y, en forma no menos importante, una permanente postura de examen y denuncia de las dictaduras opresoras de ese contlnente, en primer término la de Uruguay.

El año pasado, Rama participó en el Primer Encuentro de Intelectuales de Nuestra América, ocurrido en La Habana, sumando su voz a una protesta multitudinaria por la amenaza de intervención militar que pende sobre los pueblos de América Central y el Caribe. Luego del encuentro se integró a este comité, del que fue uno de sus miembros más representativos.

Con estas líneas queremos rendir homenaje a su memoria y recordar su personalidad. Corrio tantos exiliados de América Latina en los últimos años, Carlos M. Rama ha muerto fuera de su país, adonde no podía volver. Pero, porque reposa ahora en España, bien puede decirse que no ha quedado fuera de la patria./ Secretario del Comité en España de Encuentro de Intelectuales por la Soberanía de los Pueblos de Nuestra América.