Ramiro Carasa no había recibido nunca amenazas de ETA

Ramiro Carasa, médico jefe del servicio de Traumatología de la residencia sanitaria de la Seguridad Social de San Sebastián, asesinado en la tarde del pasado martes por ETAm, nunca había recibido amenazas ni se le había requerido el llamado impuesto revolucionario, según ratificó ayer un compañero de profesión que se había reunido con él varias veces durante la última semana. La misma persona manifestó que Ramiro Carasa estaba interesado en trasladarse a Madrid para completar su información sobre cirugía de cadera. La pasada semana el INSALUD le había hecho un ofrecimiento que hacía posible dicho traslado. Sin embargo, Catasa no tenía urgencia en venir a Madrid.Por otra parte, se ha sabido que el doctor Carasa había protagonizado un incidente, hace varios años, al obligar a la Guardia Civil a abandonar el quirófano en el que operaba á un militante de ETA detenido. Fueron varias las ocasiones en que el cirujano asesinado intervino a activistas heridos, de la citada organización. Respecto, a este cuestión hay que señalar que la novia del doctor Carasa a quien se atribuyó en los primeros momentos tras conocerse el atentado, una información según la cual el médico asesinado se había negado a atender a un terrorista de ETA herido, negó ayer rotundamente este extremo.

El Ministerio de Sanidad y Consumo concedió ayer a través de la Dirección General del Instituto Nacional de la Salud, la Cruz Azul de la Seguridad Social en su categoría de oro, al doctor Ramiro Carasa, en reconocimiento a "sus extraordinarios y relevantes servicios prestados a la asistencia sanitaria".

Funeral por el policía asesinado

El funeral de cuerpo presente por el alma del policía nacional Antonio Gómez García se celebró ayer en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona). Antonio Gómez falleció el miércoles a consecuencia de las heridas que había sufrido en el atentado que costó la vida aldelegado de la Telefónica en Guipúzcoa, al que prestaba escolta. El templo se encontraba abarrotado de público. Asistieron al oficio religioso los familiares del agente, el director de la Seguridad del Estado, Francisco Laína, el inspector general de la Policía Nacional, general Alcalá Galiano y el delegado del Gobierno en Cataluña, Juan Rovira Tarazona.