Los ministros de la CEE discuten la fijación de los precios agrícolas

En un clima de desánimo, los ministros de Agricultura de los diez iniciaron ayer, en Bruselas, su maratón de tres días, hasta el próximo viernes, para decidir el aumento de los precios agrícolas. Todos los observadores estiman que el acuerdo no podrá producirse antes del día 1 de abril, fecha tope teórica que fijan las normas de la Comunidad Económica Europea (CEE).La reunión ministerial estuvo precedida, el pasado martes, por una manifestación de más de 5.000 agricultores que protestaban contra la falta de decisiones y contra el aumento del 9%, como media, que propone la Comisión Europea. El Parlamento Europeo, cuyas decisiones no son vinculantes, aprobó recientemente un aumento del 14% y la principal organización de los agricultores europeos, la COPA, exige un 16%.

Fuentes oficiosas señalaron que el acuerdo podría lograrse con una cifra entre el 11% y el 12% como media.

El problema principal no reside en el porcentaje exacto que se conceda a los agricultores europeos -aunque la República Federal de Alemania, el Reino Unido y Dinamarca defienden un aumento reducido, contra los deseos de Francia e Italia-, sino en el hecho de que el Reino Unido está dispuesto a bloquear cualquier tipo de incremento mientras que no obtenga satisfacción en su querella con la Comunidad Económica Europea para reducir sustancialmente su aportación al presupuesto comunitario.

El problema británico será debatido una vez más el próximo sábado, en una reunión extraordinaria de ministros de Asuntos Exteriores de los diez, pero las prediciones son pesimistas, dado que el presidente francés, François Mitterrand, anunció ya en Bruselas esta semana que no acepta, "ni como base de discusión" la última propuesta realizada por la presidencia del consejo y de la comisión.

Productos mediterráneos

Para terminar de complicar el problema, Italia afirma que no dará su visto bueno a ninguna solución para los británicos (aunque está dispuesta a aceptar la propuesta presidencial), si no se aprueba al mismo tiempo una nueva reglamentación para los productos mediterráneos, es decir, el vino, el aceite de oliva y las frutas y legumbres.

A fin de intentar calmar la cólera de los agricultores, sobre todo los franceses, el Consejo de Ministros decidió retrasar hasta el próximo día 5 de abril la apertura de la campaña lechera.

Edith Cresson, la ministra francesa, ha asegurado, por su parte, que el Gobierno socialista de París tomará "todas las medidas que sean necesarias" para proteger los ingresos de sus agricultores, caso de que se produzca un nuevo bloqueo o de que el retraso en la fijación de nuevos precios sea demasiado importante.