Obiang sigue negándose a aceptar asesores económicos españoles con poderes decisorios ejecutivos

El Gobierno español no parece dispuesto a conceder prestaciones extraordinarias a Guinea Ecuatorial, aunque se propone cumplir sus compromisos actuales en materia de cooperación y ayuda económica, a menos que el Gobierno de Malabo acepte la presencia de asesores españoles con poderes decisorios ejecutivos en la capital guineana. Las autoridades guineanas han rechazado esta propuesta.

Esta es la impresión que se desprende después de la reunión de la Comisión Mixta hispano-guineana, que se ha reunido en Malabo a petición del Gobierno del presidente Teodoro Obiang Nguema, entre el 20 y 25 del corriente mes, y que ha estado presidida por parte española por el subsecretario de Asuntos Exteriores, Joaquín Ortega.Aunque en opinión de altos funcionarios diplomáticos españoles el clima en torno al futuro de las relaciones entre los dos países es prometedor, la verdad es que el principal escollo encontrado en la citada reunión de la comisión mixta ha sido el rechazo por parte guineana de la propuesta española para el nombramiento de asesores especiales de Madrid en tres temas claves: control de moneda, comercio exterior y control presupuestario.

La posición guineana ha sido que la aceptación de asesores extranjeros con poderes especiales constituiría una limitación de la soberanía guineana. La posición española ha sido de comprensión hacia la posición guineana, pero de rechazo de la petición de ayuda extraordinaria, sobre la que el Gobierno español no tendría ningún control.

Otros temas tratados por la comisión mixta han sido: el examen de la cooperacion técnica entre los dos países y el estudio de los programas aplicados hasta ahora, con su posible modificación; la participación activa de España en la Conferencia de Donantes que, convocada por las Naciones Unidas y con el propósito de ayudar a Guinea en sus actuales dificultades, se celebrará en Ginebra el próximo 23 de abril, y el examen de la ayuda a Guinea Ecuatorial contemplada en el actual presupuesto español para 1982, que asciende a mil millones de pesetas, a los que se han añadido otros; doscientos en concepto de ayuda alimentaria. Los guineanos han expresado igualmente su interés para que España les siga ayudando en la formación de cuadros, con la intensificación del programa de becas actualmente en curso.

Conferencia de Donantes

Guinea Ecuatorial tiene puestas en estos momentos todas sus esperanzas en la convocatoria de la Conferencia de Donantes antes mencionada, y de la que espera conseguir unas contribuciones sustanciales para hacer frente a sus agobiantes necesidades económicas. Sin embargo, este optimismo guineano no es compartido en varias capitales occidentales, cuyas cancillerías conocen de sobra el negativo informe que sobre la situación de la economía ecuatoguineana ha preparado el Fondo Monetario Internacional. Guinea sigue negándose a una liberalización de su economía, como le ha sido solicitado por todos los organismos internacionales crediticios, y en estas circunstancias le será muy difícil conseguir préstamos y, sobre todo, atraer la inversión extranjera privada, incluso la española, se ve imposibilitada de actuar en la pequeña república, ante la imposibilidad de conseguir una convertibilidad aceptable de la moneda local y una justa repatriación de los beneficios.

Parece, igualmente, que la cooperación en materia de defensa entre los dos países va a sufrir modificaciones ante la aparente negativa del presidente Obiang de reemplazar su actual guardia personal de seguridad, formada por tropas de la Guardia Real marroquí, por un contingente local actualmente preparado y entrenado por la Policía Nacional española. Hassan II de Marruecos ha prometido a Obiang, según han informado a EL PAIS fuentes competentes, la obtención de una ayuda extraordinaria de algún país petrolero árabe para Guinea Ecuatorial, y en estas condiciones es muy difícil que se produzca esa sustitución deseada por los mandos de la defensa española.