Antje Huber,
ministra de la Familia del Gobierno socialdemócrata de Bonn, cuando a su correligionario y ministro de Educación Bjoern Engholm se le desprendió un botón del puño de la camisa, en un Consejo de Ministros, ni corta ni perezosa, se sacó de no se sabe dónde aguja e hilo y dio unas hábiles puntadas. Una vez arreglada la camisa prosiguió sin más incidencias la reunión del gabinete.
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