La policía francesa buscaba los esmaltes de Limoges y encontró los de Aralar

Los valiosos esmaltes del retablo de San Miguel de Aralar, robados en octubre de 1979 del santuario navarro que lleva este nombre, fueron detectados en Francia, "por casualidad", en 1981, cuando la policía francesa buscaba otros esmaltes parecidos, los de Limoges, robados ese mismo año. De no haberse producido este contacto casual, los esmaltes de Aralar, que se exponen desde ayer y hasta el próximo día 7 de abril en la Sala de Cultura de la Caja de Ahorros de Navarra en Madrid (calle de Juan Bravo,3), estarían ahora probablemente en las arcas de algún anticuario de París o en el rastro de Amsterdam, lugares repletos de objetos artísticos que desaparecieron de iglesias y catedrales españolas.

Los esmaltes de Limoges, tan valiosos o más que los de Aralar, todavía no han sido recuperados, y no existen serias esperanzas de que puedan detectarse algún día, pero la policía francesa, sensibilizada en la búsqueda de esos esmaltes, se encontró con algunos de los de Aralar, y dio las pistas necesarias a la policía italiana y a la española para recuperar los más importantes. En una de las operaciones más rocambolescas que ha conocido la recuperación de obras de arte -en la que intervino el inspector español Antonio González Pacheco, más conocido como Billy el Niño-, la policía italiaiia y española lograron rescatar en julio del año pasado la mayor parte de las piezas que faltaban."Quisiéramos", explicó Fernando Redón, director de la lnstitución Príncipe de Viana, de la Diputación Foral de Navarra, "que este caso sirviera de escarmiento y de moraleja para que no se produjeran en España otros robos de obras de arte". La Institución Príncipe de Viana se ha encargado de la restauración, la custodia y el traslado del retablo a Madrid, donde ahora se muestra por primera vez fuera de su entorno natural de la sierra de Aralar.

En el retablo faltan todavía dos figuras grandes esmaltadas (una de un apóstol y otra de un rey), otros dos medallones más pequeños, algunos trozos de marco dorado y varias piezas que recubrían el retablo. La figura del apóstol que queda acaba de ser recuperada en Gante (Bélgica), y pronto estará de nuevo colocada en el retablo.

El valor aproximado del retablo se ha calculado en unos mil millones de pesetas. La Caja de Ahorros y la Diputación Foral de Navarra han suscrito una póliza de seguro de trescientos millones de pesetas; este seguro cubre los riesgos incluso de choques con astronaves, como explicó el director de la Institución Príncipe de Viana.

Tras su exposición en Madrid, el retablo de Aralar, que viene acompañado por otros esmaltes navarros de los siglos XIII y XIV (arqueta eucarística de Fitero, píxide de Espaza de Galar, relicario del Lignum Crucis de la catedral de Pamplona y ajedrez de Carlomagno o relicario de la colegiata de Roncesvalles), será mostrado en Pamplona.

A partir de entonces comenzará el auténtico problema, según ha manifestado el director de la Institución Príncipe de Viana. "Preferiría que no llegara ese día", dijo Fernando Redón, "en que tenga que salir de nuestras manos, porque los dueños del retablo tendrán que decidir el destino del mismo, es decir, si vuelve al santuario donde siempre ha estado y donde fue robado por un grupo de ladrones que ni siquiera eran profesionales, o si, por el contrario, se le destina a un museo".