Sondeos para que la 'Caixa' adquiera la mayoría de las acciones de la Banca Mas Sardá

En las últimas semanas se ha sondeado la posibilidad de que Banca Mas Sardá, con 44.000 millones de pesetas en depósitos, pase mayoritariamente a manos de la Caixa, primera institución financiera catalana y tercera española, con más de 600.000 millones de pesetas en recursos ajenos. La operación necesitaría el consentimiento del Banco de España, sobre el cual se ciernen dos tipos de consideraciones principales, según medios financieros: a favor, la necesidad de una banca regional catalana; en contra, el precedente para otras cajas, que podrían intentar saciar por la misma vía sus reprimidas ansias de expansión.

Las versiones oficiosas recogidas en medios de los tres protagonistas del asunto coinciden en afirmar que no hay "nada concreto", al menos de momento. Portavoces de la Caixa (Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorro de Cataluña) desmintieron la existencia de "conversaciones" las fuentes consultadas en Banca Mas Sardá y Banco de España se limitaron a no hacer comentarios.El mayor interés de la opera ción está en que, si es removido el obstáculo central -que una caja sea propietaria mayoritaria de un banco-, se rompería el statu quo de las cajas de ahorros.

Las grandes cajas sólo pueden abrir fuera de sus respectivas re giones media docena de oficinas (la Caixa inauguró el pasado jueves una en Valencia, después de establecer tres en Madrid y una en Zaragoza). Con motivo de la liquidación de Fidecaya, las dos principales cajas catalanas tropezaron con dicho inconvenlente, a pesar de que la Confederación de Cajas de Ahorros llegó a aceptar la instalación de un 5% de sus oficinas fuera de Cataluña si el Ministerio de Economía y Comercio estaba de acuerdo.

Aunque el director general de la Caixa, José Vilarasau, declaró al inaugurar la primera oficina de Madrid que no tiene "vocación de banquero", es de dominio público que las cajas, sobre todo las mayores, se sienten anquilosadas por su escasa capacidad de expansión.

El propio Vilarasau ha pedido en reiteradas ocasiones a la autoridad monetaria que les den mayores facilidades o les dejen tener instrumentos adecuados.

En los dos últimos años, la primera caja catalana y española, con 5.600 millones de beneficios en 1981, ha incrementado sus recursos ajenos un 12%, por debajo de la media nacional. Ahora tiene 754 oficinas, la tercera parte que los bancos con similar cifra de depósitos.

La Banca Más Sardá -800 trabajadores, 35 oficinas y un 40% de su negocio fuera de Cataluña-, está presente en 14 provincias y le aportaría capacidad de expansión por consumir (todavía mayor si la Caixa entra con una ampliación de capital), ciertos negocios; no cubiertos hasta ahora por las Cajas (el descuento de letras sólo lo han desarrollado las de Plasencia e Igualada, que de alguna forma lo realizaban antes de la autorización general), y una marcada especialización bursátil y exterior.

Actualmente, la Caixa posee algo más del 7% del capital de Banca Catalana y de Mas Sardá. Ambas tomas de participación se realizaron, por dicho orden, hace dos años, para impedir la pérdida de independencia de las dos entidades, según se dijo en su día. Si bien responsables de la caja apuntaron que podían ser vendidas cuando cambiara la situación (en varias ocasiones se ha hablado de la, posibilidad de constituir un banco catalán), lo cierto es que confieren a Caixa la categoría de segundo accionista; se habla de que en uno la familia Pujol tiene el 13% y en otra la Mas Sardá un 30%.

Según medios catalanes, donde en general los bancos son partidarios de la operación y las otras cajas no (entre los primeros el caso del Banco de los Pirineos ha causado profundas reflexiones), la toma de mayoría necesitaría levantar la prohibición impuesta por una recomendación del Banco de España, que impide a las cajas tener más del 10% de un banco o pasar a ser primer accionista.

En fuentes del Banco de España se ha indicado que existe tal recomendación, pero se podría modificar, contando con el Ministerio de Economía, si la "Caixa llega a hacer una propuesta", pues hasta ahora no se ha pasado de rumores y comentarios.

Otros medios de las cajas afirmaron desconocer una circular específica, distinta a la número 63, que impone la consulta al Banco de Espafia para riesgos superiores al 25% en empresas con más de 500 millones de capital; según los mismos medios, la consulta no es formalmente vinculante, y recordaron que algunas cajas tienen mayoría absoluta o total en sociedades de propiedad mobiliaria.

En un debate organizado la pasada semana en Barcelona sobre banca regional, los cuatro ponentes (directivos de Banca Catalana, Herrero, March, Sabadell) señalaron que se abre un buen futuro para la misma, especialmente por su mayor accesibilidad al público y la mayor capacidad de respuesta procedente de su dedicación a las pequeñas y medianas empresas.