Torres Rojas implica a Juste en el intento de golpe del 23-F

El general de división Luis Torres Rojas, tercer procesado por el 23-F que presta declaración ante el tribunal, aseguró ayer que el general José Juste, en aquella fecha jefe de la División Acorazada, aceptó "con total responsabilidad" las instrucciones que el comandante Pardo Zancada había recibido de Valencia en relación con el golpe. Este testimonio constituye la más fuerte implicación hecha hasta la fecha sobre la persona del general Juste, actualmente en la reserva, situación a la que accedió por decisión personal meses atrás, al ver frustradas sus aspiraciones de ascenso a teniente general.

Esta afirmación coincide con unas revelaciones en torno al comandante José Luis Cortina, también procesado, quien en la década de los sesenta se dedicaba a adiestrar grupos de acción guerrillera de ideología aparentemente castrista. Esta actividad, hasta ahora desconocida, de Cortina podría haberse tratado de uno de sus primeros trabajos como agente secreto.El juicio se centró ayer, además de en las declaraciones de Torres Rojas, en los testimonios del capitán de navío Camilo Menéndez y del coronel José Ignacio San Martín. El primero de ellos afirmó, entre otras cosas, que en ningún momento consideró a los diputados como rehenes, ni temió por su vida, ya que el teniente coronel Tejero "no es capaz de derramar una sola gota de sangre." El coronel San Martín, por su parte, justificó la ocultación de la información sobre los preparativos del golpe al jefe de su unidad, general Juste, en el deseo de obtener más datos sobre el mismo. Según el citado coronel, a lo largo de la jornada del 23 de febrero hubo "una serie de coincidencias fatales" que le impidieron dar cuenta al general Juste de lo que se preparaba.

Hoy no habrá vista de la causa, que se reanudará el lunes. El Consejo Supremo de Justicia Militar acordó ayer la devolución a Diario 16 de la acreditación para seguir las sesiones del juicio, con la salvedad de que no la utilice su director, Pedro J. Ramírez, ni el redactor Adolfo Salvador, autor de la entrevista "Así asaltamos el Parlamento", cuya publicación fue el motivo de la retirada de credenciales al periódico.

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