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Dudas en el itinerario de Juan Pablo II

Las tres ciudades españolas más pobladas, los principales lugares teresianos, algunos centros nacionales de espiritualidad, sin que se sepa todavía que va a ocurrir con el País Vasco, constituyen el itinerario propuesto por la comisión episcopal que prepara la visita de Juan Pablo II a España y cuya confirmación por el Vaticano esperan recibir los responsables en un plazo máximo de tres días.El Papa empezará su recorrido por Madrid y también irá a Barcelona y Sevilla, las tres ciudades más populosas, que están dotadas además con sendos cardenales. Dado el carácter teresiano que se ha querido dar a esta visita, no podían faltar lugares tan carmelitanos como Avila y Alba de Tormes, patria chica y tumba de santa Teresa de Jesús, así como Segovia, donde yace san Juan de la Cruz, sobre quien versó la tesis doctoral de Karol Wojtyla en Roma. Desde la villa de los Alba, el Papa hará una escapada a Salamanca, para dirigirse a los universitarios.

También se han incluido en el periplo papal los centros nacionales de espiritualidad de Santiago de Compostela, que celebra su año jacobeo, y Zaragoza, la ciudad de la Virgen del Pilar.

Un recorrido 'maratoniano'

Cuando se planeó Inicialmente el viaje no se descartó un largo recorrido, y fueron lloviendo sobre las mesas del Vaticano y de la Conferencia Episcopal multitud de solicitudes: los asturianos querían que les visitara Covadonga, que para eso tienen en Oviedo al presidente de los obispos españoles; también los de Toledo contaban con que no se iría sin conocer la ciudad del Greco, y hasta los de Cartagena no desesperaban, ya que, al fin y al cabo, san Pablo, dicen, entró en España por sus puertas. La propuesta elaborada por la comisión encargada del viaje ha recortado considerablemente el plan inicial, aunque sigue siendo un recorrido maratoniano.Quedan, sin embargo, algunos cabos sueltos. Según declaraban los miembros de la citada comisión al término de su reunión "no se han descartado Loyola, lugar del nacimiento de san Ignacio y Javier, donde nació el apóltol de las misiones".

Si la diplomacia vaticana fuincionara ahora como antaño, el viaje del Papa no se haría oficial y no se fijaría el itinerario hasta un par de meses antes de la fecha de su realización. Con este procedimiento cabría especular si la comisión episcopal no remitía al Vaticano o a la comisión civil del viaje esa patata caliente que es para los organizadores la visita de Karol Wojtyla al País Vasco. Pero si la confirrmacion vaticana ha de producirse, como parece, en los próximos días, lo más probable es que Juan Pablo II no vaya al País Vasco. No hay que olvidar, sin embargo, que al Papa le gustaría conocer esas tierras, según ha declarado, y que muchos le esperan por Loyola, y Javier.

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