Debate en París sobre la imagen política de la URSS
Ayer terminaron en París los debates sobre La imagen de la URSS en el movimiento obrero, organizados por la Asociación francesa de Ciencia Política y por el Centro de Estudios y de Investigaciones Internacionales.Este coloquio se basó en el libro colectivo La URSS vista desde la izquierda, que acaba de ponerse a la venta en Francia y en cuya redacción participaron el ex dirigente del Partido Comunista de España (PCE) Manuel Azcárate y el también comunista Carlos Alonso Zaldívar.
La imagen del comunismo en el mundo y, más precisamente, la de la URSS, ya empezó a deteriorarse en los medios de la izquierda desde que el gulag fue evidenciado.
El golpe de Varsovia no ha hecho más que cristalizar esa imagen rota del modelo soviético. A partir de estos hechos, ¿cuál es el futuro del comunismo y de la URSS? En torno al planteamiento precedente han girado los debates de los dos últimos días, en París, con la participación de intelectuales franceses de la izquierda socialista y comunista, entre los que figuraban la especialista en temas del comunismo Lilly Marcou, los Intelectuales comunistas galos (que se "han situado fuera del partido", según la dirección del PCF) Jean Rony y Christine Buci-Glucksmann, el ex ministro y gaullista de izquierdas Leo Hamon y Manuel Azcárate.
La mayor parte de la tarde del viernes fue ocupada por la intervención de Azcárate, que resumió una tesis admitida por los participantes: "El problema de que la URSS ya no es un modelo del socialismo es un problema superado y asumido. Pero la izquierda comunista debe encontrar su razón de ser en una izquierda europea, puesto que los socialistas no son el único instrumento de transformación de la sociedad".
Para la materialización de esta idea, parece ser que los participantes en el debate precitado desean establecer las bases teóricas de una colaboración que abarcaría a los países de Europa occidental. La euroizquierda que ya configuró el actual presidente, François Mitterrand, cuando era el líder del partido socialista, sería un precedente que hoy cobra nueva actualidad. En este sentido, cabría interpretar las entrevistas que mantuvieron los dos últimos días, en París, Azcárate; el diputado y hombre de confianza de Mitterrand, Claude Estier, y el líder de los comunistas disidentes de este país, Henri Fiszbin.
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