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Los agricultores de la CNAG amenazan con movilizaciones para defender los precios agrarios

Los afiliados de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos (CNAG) otorgaron un voto de confianza a su junta directiva para que continúe negociando los precios agrarios. Para el caso de que los resultados no sean satisfactorios, Alvaro Simón, presidente de la CNAG, solicitó el apoyo de los afiliados para realizar una concentración en Madrid y demostrar así la fuerza de la organización, que tiene implantación en 34 provincias. Por otro lado, a lo largo de las sesiones del congreso ha quedado patente la radicalización de los afiliados a esta organización.

La última parte del congreso de la CNAG, que se ha desarrollado bajo el lema "Por una política agraria necesaria", estuvo dedicada al estudio de las negociaciones de precios agrarios, que se reanudan el próximos martes en el FORPPA tras una semana de interrupción. La discusión comenzó con una petición del sector más radicalizado en el sentido de que, a partir de ese momento, el congreso se transformara en asambla extraordinaria con el fin de tomar una decisión soberana, que tendrían que acatar los representantes en la mesa de negociaciones.Una vez rechazada esta petición por la presidencia intervino Eduardo Perea, miembro de la comisión de negociación, que presentó un detallado informe de lo que había sucedido hasta ahora. Posteriormente comenzaron las intervenciones de diversos asistentes que se mostraron muy críticos con la posición que ha mantenido hasta ahora la CNAG. Tampoco quedaron exentos de estas críticas el Gobierno, el ministro de Agricultura, la UCD, las restantes organizaciones agrarias, el sisterria de negociación global y las medidas complementarias.

El presidente de la Cámara Agraria de Badajoz señaló que "queremos precios y no medidas complementarias, porque éstas no se cumplen". Acusó a las restantes organizaciones de dependencia de los partidos políticos y de convivencia con la Administración, para terminar diciendo que la "política de subida de rentas es una tomadura de pelo".

Las restantes intervenciones siguieron en esa misma línea, incluyendo también ataques a los bancos por los elevados intereses de los préstamos que fueron calificados como de usura legalizada. Fernando Castro, de la asociación de Córdoba y presidente de la Cámara Agraria de la misma provincia, solicitó que la CNAG se retirase de la mesa de negociaciones en caso de que no se aceptase la paridad entre los representantes de la Administración y los del sector agrario.

El representante de Unión del Olivar indicó que "vivimos en una democracia no democrática ya que en las reuniones con la Administración ésta no nos escucha". Por su parte, los miembros de la asociación de Salamanca, que protagonizaron diversas jornadas de lucha y encierros a finales del verano, señalaron que "ya es hora de que los agricultores y ganaderos perdamos el miedo y defendamos lo nuestro".

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