La doctrina liberal
El señor Schwart, en su artículo publicado en "Temas para el debate" de este diario, de fecha 21 de febrero de 1982, se presenta, en mi modesta opinión, como monopolizador del conocimiento económico, tanto en su contenido científico como en su vertiente ideológica.Intentaré explicarme reseñando algunas de sus frases:
"Para quienes sabemos economía produce hastío la insistencia de los defensores del socialismo o del intervencionismo en la idea de que el mercado no funciona".
"Dado que los socialistas e intervencionistas son racionales, sus contraproducentes interferencias en la economía sólo pueden deberse a dos tipos de razones: o que no saben economía o que no les conviene la libertad". Deduzco que sólo los que piensan como Schwart saben economía o les conviene la libertad.
"... Así ganaron las elecciones la señora Tatcher (...); así Reagan, y así, muy recientemente, la coalición liberal en Bélgica". Francia, Grecia y Finlandia, por poner otros tres ejemplos, no significan nada para el señor Schwartz.
¿Por qué ha sufrido pacientemente la humanidad al menos cien años de creciente intervencionismo, cuando los economistas ya llevaban otros cien años denunciando sus malos efectos?". Su propia respuesta no deja lugar a dudas.
"No puede achacarse, insisto, tan largo proceso a la ignorancia Tiene que deberse al interés: tiene que atribuirse a que la intervención, el socialismo, la protección, el monopolio estatal benefician a alguien, aunque perjudiquen a la generalidad".
Señor Schwart, ¿es usted liberal? Sinceramente, y con todo mi
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respeto hacia su persona, en su artículo lo disimula bastante bien, y sobre todo lo último no me deja la menor duda o sospecha./
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