La doctrina liberal

Los debates que últimamente se vienen produciendo acerca del neoliberalismo económico se acostumbra a situarlos en un terreno de mera elucubración teórica. Por lo que sería preciso -si es que de veras hay ahora entre nosotros democracia, o sea, diálogo- que se nos permitiese llamar la atención sobre algunas cifras concretas que tienen directamente que ver con este polémico tema.En el otoño de 1980, nuestro Gobierno liberalizó de forma absoluta los precios del cemento, que subieron en pocos rrieses cerca de un 100%. Y en 1981, tras la adopción de esa medida, la venta de tan necesario producto ha descendido, según sus propios fabricantes, en un 50%. Con las, viviendas ha ocurrido algo análogo: su precio de venta se ha triplicado o cuadruplicado especulatlvamente, dentro de un régimen de liberalización total, pero cada vez están más caras y cada vez se venden menos, con más de un millón de pisos en oferta y desocupados en toda España.

Lo mismo sucede con los artículos de alimentación, sobre todo desde que en las Navidades de 1981 se suprimieron todo tipo de controles de precios y de posibles tácticas manipuladoras de la oferta. Otro tanto acontece en el sector de la automoción, cuyos precios quedaron liberalizados, sin cortapisa alguna, encareciéndose extraordinariamente a partir de entonces y disminuyendo, de modo paralelo, las ventas, hasta el punto de que se anuncia qué en 1981 se han matriculado menos vehículos que en 1971, diez años antes./ Secretaria del Club Ciudadano.