Absueltos todos los neofascistas acusados del atentado de Brescia

El tribunal de segunda instancia de Brescia absolvió ayer con fórmula plena a todos los imputados neofascistas acusados de la matanza de la plaza de la Logia, en Brescia, el 28 de mayo de 1974. El triste balance de aquel atentado terrorista había sido de ocho muertos y 102 heridos. Después de ocho años se sigue, pues, sin saber quiénes fueron los culpables.El fiscal había pedido para casi todos los presuntos terroristas de Brescia la cadena perpetua durante el primer juicio. Pero los jueces habían sido benignos ya en el Tribunal de primera instancia, que impuso una pena de diez años sólo a Angelino Papa, el único que hasta ayer estaba aún detenido. Ahora el tribunal de segunda instancia le ha absuelto a él y a los otros cinco declarándolos a todos inocentes.
La sentencia ha provocado la consternación en todo el país. Y en la plaza de Brescia se produjo espontáneamente al conocerse el resultado de la increíble absolución, una manifestación promovida por los familiares de los muertos y de los heridos a la que acudió media ciudad. En el lugar donde hace ocho años había explosionado la terrible bomba, la gente depositó ayer claveles rojos y blancos, mientras levantaban pancartas que decían "es una sentencia vergonzosa". La primera declaración oficial fue la del alcalde de la ciudad, quien comentó con amargura e ironía: "Evidentemente. para los jueces no existen culpables. Pero lo que sí siguen existiendo son los ocho muertos y los 102 heridos. Lo menos que se puede decir, añadió, es que el resultado de la sentencia representa una derrota para la autoridad judicial de esta ciudad".
Y este ha sido el tono de las primeras declaraciones, tanto de los políticos y sindicalistas como la de la gente de la calle entrevistada por la televisión y que apretando los puños y enjugándose en muchos casos las lágrimas, decían con rabia: "Es una vergüenza que después de ocho años la justicia se lave las manos diciendo que no existen culpables en la matanza de Brescia, y que no hay justicia para las víctimas de la atrocidad fascista". La frase textual la pronunció un obrero que había perdido a su mujer y a un hijo aquella mañana de la bomba mientras se manifestaban precisamente contra los atentados neofascistas.
Esta sentencia de ayer, que fue pronunciada después de la reunión más larga de la historia judicial italiana -192 horas-, se suma a la otra triste sentencia, también prácticamen te absolutoria, del tribunal de Cattanzaro,que juzgó el año pasado a los imputados de la otra matanza también fascista de Plaza Fontana, de Milán, donde murieron dieciséis personas tras la explosión de una bomba en el Banco de la Agricultura.
La pregunta que se hacía ayer la izquierda del país era la siguiente. "¿Cómo es posible que mientras a los responsables del terrorismo de la extrema izquierda se les juzga y se les condena, a los de extrema derecha nunca se consigue condenar porque al final resultan siempre inocentes?".
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