La 'guerra de las castas' produce en la India más de mil muertes por año

La guerra de las castas se ha cobrado en dos años cerca de mil asesinatos de parias a manos de bandas de indios de casta superior, según datos oficiales facilitados en Nueva Delhi.El secretario de Estado del Ministerio del Interior afirmó en el Parlamento el jueves que de los 960 asesinatos contra miembros de la casta más baja de la estructura social india, la mayoría tuvieron lugar en Uttar Pradesh, donde nació la primera ministra, Indira Gandhi.

Los parias o harijanes (hijos de Dios), nombre que les diera Mahatma Gandhi para defender sus derechos humanos, han sufrido durante siglos los abusos de los indios de castas superiores.

A pesar de que la discriminación contra los parias está prohibida desde hace más de treinta años por la Constitución india, siguen siendo considerados como seres impuros y no pueden ser tocados por los brahmanes; de aquí su nombre de intocables.

Aunque no se dieron detalles sobre los autores de los crímenes, la Prensa india informó días atrás de que la mayor parte de los asesinatos tenían lugar durante las redadas masivas realizadas por los indios de castas altas, o por sus matones, en las aldeas y pueblos con colonias parias.

Un parlamentario de la oposición, R. Singh, se quejó recientemente de que el Gobierno sólo permitiese a los brahmanes ocupar los puestos clave de decisión dentro de los cargos del Gobierno.

Singh acusó a la señora Gandhi de continuar con el hegemonismo de los brahmanes.

Jagjivan Ram, presidente de un partido de la oposición, afirmó recientemente en una manifestación que "el brahmanismo y el poder de los brahmanes eran los responsables de la destrucción de la estructura moral y social de la India".

La lucha de los parias para mejorar sus condiciones sociales y económicas de vida ha tenido hasta el momento escasos resultados. Varios miles de ellos se han visto forzados en los últimos años a abrazar el islamismo, el cristianismo o el budismo, religiones más igualitarias que la hindú.

Las conversiones masivas de intocables al Islam causan preocupación en el seno del hinduismo y temores en el Gobierno, que en un intento de elevar el nivel social de las castas menos favorecidas mantiene un sistema de control de salarios y reserva para los intocables un número de plazas en las universidades.

Indira Gandhi, que pertenece a la casta brahmán, ha defendido con ardor la causa de los intocables, y ella misma, en contra de las costumbres tradicionales, se casó con un parsi, y no con un brahmán.

En esta encrucijada de religiones que es la India, los intocables suman casi cuatro veces la población total de España.