Aclaración del PSA

En relación con el artículo publicado en EL PAIS el 17 de febrero de 1982, firmado por JP, con el título "El PSA se disputa el espacio electoral del PSOE", es necesario, como mínimo, hacer algunas aclaraciones.No es cierto que el segundo lugar que asignan las encuestas al PSA haya cogido desprevenida a la mayor parte de sus dirigentes. Por el contrario, este segundo lugar no sólo era esperado por sus dirigentes, sino que lo explicamos como la consecuencia lógica de la política andalucista coherente llevada a cabo por el PSA-Partido Andaluz.

Es gratuito afirmar que "el PSA, en estos momentos, carece por completo de cuadros y líderes en las fábricas o en el campo", que .está resentida, en estos momentos, la organización en Granada, Cádiz y Huelva"; gratuito -y también falso- es afirmar que "esta ausencia de arraigo popular es una de las razones que han llevado a los dirigentes del PSA a fomentar la fusión con el PAU-PTA". Quizá la prueba más contundente de que JP escribe "al dictado".

No sé cuáles serán los "círculos políticos" que frecuenta la articulista, pero miente impunemente y ofende alevosamente cuando afirma que al PSA se le haya conocido nunca como "los del Palmar de Troya", etcétera.

Nadie puso en entredicho -como afirma JP- la imagen de seriedad del PSA "cuando Alejandro Rojas Marcos aceptó el pacto que le propuso el entonces ministro de Administración Territorial, Rodolfo Martín Villa, para desbloquear la autonomía andaluza por la vía del artículo 144 de la Coristitución". Entre otras razones, porque Martín Villa no propuso nada, sino que, por el contrario, fue el PSA el que exigió al Gobierno -públicamente- que fueran utilizados los motivos de interés nacional del artículo 144 de la Constitución para desbloquear la autonomía andaluza por la vía del artículo 151. Lea la articulista las actas del congreso de. aquella sesión. Finalmente, así se hizo.

Mucho más grave es la afirmación que JP pone en boca de "un destacado dirigente andalucista" de que "UCD ayudó económicamente al PSA en las elecciones generales de 1979". Sepa la articulista que el cobarde procedimiento de atribuir determinadas afirmaciones a supuestos dirigentes; de los que no se da el nombre, sólo tiene un nombre: calumnia. Y si no se reparan, sólo merecen que la justicia castigue a los calumniadores. Y a la justicia apelará el PSA. /

. Secretario nacional de información del PSA-Partido Andaluz.