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Alianza Popular ofrece tranquilidad y prosperidad a la derecha en las próximas elecciones

Alianza Popular (AP) inicia hoy en Madrid su V Congreso nacional, bajo el liderazgo indiscutible de Manuel Fraga, en unos momentos en que las circunstancias políticas le son favorables: han ganado las elecciones gallegas, los sondeos de opinión les auguran un importante incremento de escaños tras los comicios generales de 1.983 y la CIEOE, al considerarles una alternativa válida para frenar al socialismo, ha decidido respardarles económica e ideológicamente. Así lo ha hecho en Galicia y así parece que va a repetirlo en Andalucía, donde el objetivo prioritario de los aliancistas es sobrepasar a los Unión de Centro Democrático. De esta manera, forzarían la "mayoría natural", (el reagrupamiento de la derecha), y Manuel Fraga vería por fin culminada la operación política por la que lucha desde hace más de un año.

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El mensaje ideológico que Alianza Popular va a defender en el Congreso, con la vista puesta en las elecciones generales, es que AP significa la "tranquilidad" del sistema democrático, "ya que UCD ha demostrado que, ella sola no ha podido asegurar una estabilidad suficiente para este país, y la llegada al poder del PSOE intranquilizaría a importantes españoles, sobre todo de cara a la recuperación económica", según señaló a este periódico el secretario general, Jorge Verstrynge.El lema del V Congreso, que figura en numerosas vallas de las calles de Madrid, es: "Trabajamos en las soluciones que quieren los españoles". Las soluciones que AP ofrece a los españoles están especificadas en el "Libro Blanco" o programa de gobierno de AP, que va ser repartido en segunda edición durante el Congreso. El espectacular incremento de militancia en AP obedece a que este partido comienza a dar la sensación de que puede alcanzar más poder político del que dispone en la actualidad. Y el deterioro de imagen que ha sufrido UCD en los últimos meses ha contribuido también a engrosar las filas aliancistas: "Una buena parte de nuestros nuevos afiliados" reconoce un dirigente aliancista "provienen de UCD, sobre todo desde que la parte más conservadora de su electorado se ha visto defraudada. Aunque la mayoría de las incorporaciones", añade, "proceden de la abstención".

Tres hechos decisivos desde el Congreso anterior

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Desde la celebración del IV Congreso, hace ahora un año, hasta hoy, se han producido tres hechos de vital importancia para Alianza Popular. El primero de ellos lo constituyó la participación de Manuel Fraga en la manifestación del 27 de febrero, convocada por los partidos políticos en protesta por el intento de golpe de Estado. La presencia de Fraga, codo a codo con el comunista Marcelino Camacho, a la cabeza de la manifestación, originó una fuerte conmoción en el interior del partido. Fueron muchas las llamadas, cartas y telegramas de militantes y cargos provinciales que llegaron a la mesa del despacho de Manuel Fraga para expresarle su indignación y adjuntar su deseo de causar baja en el partido.

A una parte de la militancia de AP no le resultó nada fácil digerir la imagen de su carismático líder cogido solidariamente del brazo del responsable -a sus ojos- de la ruina de sus empresas, Marcelino Camacho.

La frase que pronunció en esa misma manifestación el secretario general, Jorge Verstrynge, de "No pasarán", refiriéndose a los golpistas, acabó por despertar las iras del ala ultraconservadora de AP, algunos de cuyos dirigentes solicitaron, en Junta extraordinaria, que se le apartara del partido. Fraga capeó el temporal, perdió militancia en favor de Blas Piñar -cosa que tampoco le importó- y, sobre todo, consiguió algo muy importante: presentar a AP ante la opinión pública como un partido inequívocamente identificado con la democracia.

Otro acontecimiento político muy importante para AP ha sido la victoria electoral gallega. Además de haber demostrado que es posible ganar a UCD en una tierra donde no había perdido ni una sola consulta electoral, consolidó la confianza de la CEOE en que AP también puede frenar el avance de la izquierda en España. Galicia evidenció también, según Verstrynge, que el voto útil de los conservadores no tiene por qué ir necesariamente al partido del Gobierno.

El tercero de los factores ha sido la renovación interna que ha experimentado AP en los últimos doce meses. El secretario general, Jorge Verstrynge, se ha encargado de "limpiar", de acuerdo con Fraga, la parte de la militancia aliancista que sintonizaba más con Antonio Tejero o con Blas Piñar, tarea que han conseguido en buena parte pero que aun no han concluido del todo. La táctica empleada por el equipo joven de AP para neutralizar a estos militantes excesivamente nostálgicos del franquismo ha sido la de apartarles de los puestos de poder local o provincial.

En este contexto se inicia hoy el V Congreso de AP, precedido por el descontento manifestado por Fernando Suárez, que aun no sabe qué puesto ocupará en las listas electorales de 1.983, en demanda de mayor democracia interna, y por la renuncia de Felix Pastor a continuar siendo miembro de la Ejecutiva. Pastor ha preferido pasar a segundo plano, y meditar sobre su permanencia en AP o su pase a UCD.

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