Habrá elecciones

A la muerte de Santiago Bernabéu, Raimundo Saporta se las ingenió para que el Real Madrid no pasara por el trance de unas elecciones polémicas, como fueron las del Barcelona, en las que los partidos políticos anduvieron por medio. A Saporta le dio miedo la lucha electoral y alrededor de una mesa juntó a los teóricos aspirantes a la sucesión y le puso el cargo en bandeja a Luis de Carlos. Ahora, cuando el mandato del actual presidente se acerca a su fin, son varios los aspirantes a la dirección del club.Ramón Mendoza, que deseaba esperar cuatro años más, porque suponía que De Carlos podía continuar, está dispuesto a presentar su candidatura sin esperar a que sea el actual presidente quien le designe su delfín. Mendoza puede ir por libre, porque conoce sobradamente los vaivenes de Luis de Carlos. Mendoza contará con el apoyo de algunos directivos que consideran necesario el relevo.

El doctor Diéguez tiene ya montado el equipo que ha de trabajar durante el período electoral, y todo hace suponer que alcanzará las firmas necesarias para aspirar a la presidencia. Hay un tercer candidato que está invirtiendo millones en crearse una imagen digerible, pero lo tiene casi imposible. Fue presidente en otro club de Primera y fue sancionado por intentar agredir a un árbitro. Será muy difícil que Rafael Ansón, que dirige la campaña, le consiga credibilidad entre los socios.

La presidencia del Madrid, por vez primera, se dilucidará en las urnas. Luis de Carlos tendrá que estar pendiente hasta última hora de los resultados del equipo. Sólo los títulos le concederán ventaja.