Grecia y la amenaza turca

Ante a las afirmaciones del ministro de Asuntos Exteriores de Turquía considerando absurdala existencia de alguna amenaza de su Gobierno sobre Grecia (EL PAIS, 11 de febrero de 1982) la Embajada griega en España responde con este escrito, donde se documentan una serie de declaraciones oficiales turcas reivindicando territorios que se encuentran hoy bajo la soberanía de Grecia.

En nuestra opinión, y a pesar de las afirmaciones del ministro de Asuntos Exteriores turco, Ilter Türkmen, sí creemos que exista realmente una amenaza turca sobre Grecia y que no se trata de una absurda teoría que formula el jefe del Gabinete griego, según afirmó el señor Türkmen.En primer lugar, si una persona observa objetivamente las declaraciones y los artículos aparecidos en la Prensa turca firmados por los líderes turcos, tanto políticos como militares, puede verse sin lugar a dudas que se inspiran totalmente en un espíritu ofensivo y al mismo tiempo ponen en duda los derechos soberanos y nacionales de nuestro país.

Exponemos algunas de estas declaraciones oficiales y particularmente a partir del año 1974, año en que Turquía llevó a cabo la invasión de Chipre, ocupando militarmente el 40% de su territorio y que sigue ocupando hasta nuestros días en contra de los acuerdos de las Naciones Unidas.

3 de junio de 1974. Declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores turco, señor Gunes, al diario Cumhurriet: "La plataforma continental del mar Egeo constituye la continuación de Asia Menor, así como las Islas en cuestión".

19 de octubre de 1974. Declaraciones del ministro de Finanzas turco, señor Baykal, a la revista Pulse: "Ataturk ha ahogado en el fondo del Mediterráneo las ambiciones de los griegos en Anatolia y a continuación les ha tendido su mano. Entonces ellos han comprendido quiénes eran los turcos. Les tenderemos la mano de la amistad después de haber ahogado en el mar Egeo sus ambiciones sobre la plataforma continental y sus sueños concernientes al Egeo".

30 de enero de 1975. Declaraciones del señor Irmak, ex primer ministro, a la Prensa turca: "En lo que concierne al mar Egeo, nuestro principio fundamental es que la plataforma continental es una prolongación del territorio de Anatolia y que pertenece a los turcos".

20 de febrero de 1976. El señor Irmak declaró al periódico Tercuman: "Está geográfica y geológicamente demostrado que el triángulo Cannakale-El Pireo-Antalya se encuentra dentro de la plataforma continental turca...".

30 de marzo de 1976. El viceprimer ministro, jefe del partido de Acción Nacional, declaró al semanario Deviet: "El grupo de islas situado cerca de las costas turcas, incluido el Dodecaneso, deben pertenecer a Turquía. Entre ellas podemos citar: Samotracia, Lesbos, Chíos, Samos, Cos, Rodas y todas las demás islas pequeñas y grandes situadas a una distancia de cincuenta kilómetros".

19 de agosto de 1976. El señor Demirel, primer ministro, hablando del Dodecaneso en el periódico Hurryet y televisión, dijo: "No son islas griegas; no digáis esto, decid más bien islas del Egeo...".

23 de agosto de 1976. El señor Demirel, en su discurso a los habitantes de Luluburgaz, ciudad tracia cerca de la frontera greco-turca y que ha sido publicado por los corresponsales del Guardian y Financial Times, dijo lo siguiente: "¿Islas del Egeo?, estas islas han estado en las manos de los otomanos por más de seiscientos años. Ninguna persona desearía que yo, turco, y primer ministro de la República turca, llamase a las islas del Egeo islas griegas".

Octubre de 1981. Declaraciones del consejero de la Embajada turca en Sofía al consejero griego (después de la intervención del primer ministro griego, Andreas Papandreu, en la cadena de televisión norteamericana Abc): "...Vuestra intención es ampliar vuestras aguas territoriales a doce millas. Sabéis que tal acción será considerada como casus belli por Turquía.

La flota de desembarco turca en el mar Egeo está dispuesta a para hacer frente a una guerra que será provocada por la ampliación eventual de las aguas territoriales griegas".

Por otra parte, la posición que adoptó Turquía en la reciente cumbre de ministros de Defensa atlánticos en Bruselas ha demostrado claramente la existencia de una amenaza turca. Turquía se negó a aceptar el párrafo que propuso Papandreu, para que se incluyera en el comunicado final, en el que se garantizaba las fronteras de nuestro país contra todo ataque eventual, sea cual sea su procedencia.

¿Por qué razón entonces Turquía, sola, se ha opuesto a dicha demanda, mientras sostiene que no tiene puestos sus ojos en Grecia?

¿No es razonable que un país miembro de la OTAN, como Grecia, pida garantías para sus fronteras orientales en el seno de la Alianza, porque hay pruebas de que uno de sus aliados -Turquía- pone sus ojos en sus derechos soberanos?

¿Al pertenecer un país a un pacto de defensa, no se sobreentiende que este país debe ser protegido de toda agresión por sus aliados?

Por último, en relación con las afirmaciones del señor Türkmen, de que "el acceso al poder de los socialistas no facilita las relaciones entre Grecia y Turquía, y que el jefe del Gabinete griego ha suspendido el diálogo...", quisiéramos añadir que con estas declaraciones se intenta tergiversar la posición del Gobierno griego, expresada por el primer ministro, Andreas Papandreu, en su discurso de investidura. Entonces dijo, refiriéndose al tema del Egeo: "Debe quedar claro, tanto para nuestros vecinos como para, la Alianza Atlántica, que nuestro territorio, fronteras aéreas y marítimas, así como los límites de nuestra plataforma continental en el Egeo, no son negociables, al estar salvaguardados por tratados internacionales y acuerdos, así como por la práctica internacional".

Deseos de paz

Hemos manifestado con claridad a Ankara nuestro deseo para que nuestros pueblos vivan en paz y amistad. Deberán alguna vez, finalmente, pensar seriamente los dos países en terminar con el rearme costoso y en utilizar las cantidades que se gastan en ello para su salud, la educación y aumentar el nivel de vida de ambos pueblos.

Al mismo tiempo, hemos dejado claro que no estamos dispuestos a conceder ni un solo centímetro de territorio griego. El diálogo con Turquía tiene sentido y puede ser fructífero en la medida en que no suponga concesiones, respete nuestros derechos nacionales irrevocables y soberanos, y disposiciones de acuerdos internacionales en base a los cuales se han atribuido a Grecia competencias y jurisdicciones.