El Real Madrid derrotó al Sinudyne por 78-79 cuando faltaban cuatro segundos para el final

Un inteligente y sabio partido, con Delibasic en gran figura, permitió al Real Madrid salir victorioso de la difícil cancha del Sinudyne y de esta manera dar un paso de gigante para salir adelante en esta semifinal y estar el 16 de marzo en Bruselas para optar a adjudicarse la Recopa. El equipo italiano, que llegó a tener hasta siete puntos de ventaja (57-50) en el minuto 27, no supo ni pudo despegarse en el marcador para acudir con garantías a Madrid.Los dos equipos se mostraron excesivamente conservadores. Esexplicable en el caso del Madrid, pero no se entiende bien por parte italiána. Nikolic, el técnico yugoslavo que dirige al equipo ítaliano, quiso amarrar y asegurar demasiado un buen resultado. Quizás se equivocó al dejar en el banquillo a Fredrick y póner en el cinco inicial a Cantamessi para que sujetara a Corbalán, con el fin de que el Madrid no jugara al no contar con la dirección de su base. Con esto renunciaba a tener en el cancha al negrito, de juego más ofensivo.

Bonamico se encargó dé Iturriaga, Villalta de Chrnerlich, Rolle de Martín y Fantín de Delibasic. El yugoslavo empezó demoledor y Nikolic decidió que lo vigilara Bonamico. No mejoraron mucho las cosas, pero el Madrid, que empezaba ganando 8-13 a los cinco minutos, se vio primero igualado y después superado, pero solo en el marcador, no en el juego. El equipo italiano, en el minuto 13, cambió su defensa individual por una zona, a veces 2-3 ó 2-1-2. El Mad'rid no siempre la pudo romper.

A la hora de atacar, tanto unos como otros se olvidaron enseguida de los sistemas ofensivos y esto empezó a propiciar continuos fallos en los lanzamientos en casi todos los hombres. Algunos de esos fallos, incomprensibles en una semifinal europea.

El Madrid supo nadar y guardar la ropa. Con muchas precauciones arriesgó pocos balones, aunque aún así perdió bastantes, ante la lógica desesperación de su técnico, Lolo Sáinz. Solo contraatacó cuando el panorama estaba muy claro y congeló el balón para agotar los 30 segundos en muchas ocasiones. Se dieron a lo largo del partido una serie de factores que hicieron que el marcador se quedara corto en cuanto a tanteo se refiere.

Planteamientos al margen, los jugadores, quizá influidos por la enorme tensión ambiental, falla

ron cara al aro y ni siquiera supieron aprovechar al final el que la gran mayoría de los hombres estaban muy cargados de faltas. La mayor virtud que tuvo el Madrid fue superar ese ambiente y no arrojar la toalla cuando el Sinudyne se adelantó en el marcador. Mantuvo la serenidad y dio muestras de madurez y de tener madera de campeón. No se desarboló nunca y respondió siempre con la medida adecuada.

Al final, como es habitual, Delibasic, que volvió a dar un recital de baloncesto y de saber estar en la cancha, se hizo con el mando e incluso fue quien logró la canasta del triunfo a falta de cuatro segundos, con una increíble maestría.

Chrnerlich, Fernando Romay y Fernando Martín supieron sufrir bajo los aros. Tal y como estaba previsto, los dos últimos tuvieron que abandonar la cancha, esta vez más tarde porque el norteamericano ayudó mucho a la hora de defender, si bien es verdad que estuvo desacertado en ataque. Iturriaga no tuvo su día y empezó de nuevo a intimidarse a la hora de lanzar a canasta. Corbalán hizo un gran partido y Llorente cumplió cuando salió. Brabender, que sustituyó al vasco, estuvo en su línea.