Siete obreros, sepultados en un hundimiento en el canal Tajo-Segura
Siete obreros que trabajaban en las obras de construcción del acueducto para el trasvase Tajo-Segura, en el término municipal de Lorca (Murcia), quiedaron sepultados al mediodía de ayer al precipitarse sobre ellos cerca de quinientas toneladas de tierra, mientras se encontraban trabajando en una zanja. A primeras horas de a madrugada habían sido recuperados cinco cadáveres, mientras continuaban los trabajos de rescate con luz artlficial de un grupo electrógeno.Cuando se produjo el derrumbamiento trabajaban en el tajo once obreros de la empresa Bernal Pareja, sociedad constructura de las obras del tramo Lorca-Cuevas de Almanzora (Almería). Dos de ellos lograron escapar al encontrarse en uno de los extremos del tramo de zanja que quedó cubierto de tierra. Un tercer superviviente fué despedido hacia el exterior por el empuje de la tierri. La zanja tiene una profundidad de unos quince metros por cuatro de ancho.
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El peso de una grúa pudo causar el derrumbamiento que sepultó a los 7 obreros en Murcia
Por su parte, el ingeniero de la Confederación H lidrográfica del Segura, encargado de supervisar la obra, Francisco García Ortín, declaró a EL PAIS que el caso "ha sido una fatalidad, porque la zanja era segura. Me encargué personalmente de darle mayor talud a la zanja". García Ortín se refería al grado de inclinación de las paredes en proporción con la profundidad de la zanja. Según el ingeniero, en los planos estaba previsto que el talud inicial fuera de 3.75 metros, decidiendo, según indicó, doblar el grado de inclinación de las paredes laterales, hasta 7,50 metros, siempre teniendo en cuenta los quince metros de profundidad. García Ortín negó, por otra parte, que se hubieran producido desprendimientos con anterioridad en la obra siniestrada.
Relación de víctimas
La relación provisional de víctimas, según la Guardia Civil, es la siguiente: Julíán Ruíz Cermeño, natural de Totana (Murcia), de 40 años; Clemente Fernández Alarcos, natural de Lorca y 35 años; Francisco Egea Lorenzo; Francisco Carrillo Mairtínez, de Lorca, de 38 años; Juan Galero, natural de Lorca, de 34 años; Antonio García Carretero, natural de Cáceres, de 30 años y Mariano Gómez Blázquez, natural de Lorca, de 20 años.
El ambiente a la orilla de la zánja era trágico. Familiares y compañeros de las víctimas se apiñaban juntos a un lado llorando unos, sin parar de hacer públicas sus protestas por las condiciones de la obra otros. Un poco más lejos, las autoridades de la provincia y algunos dirigentes de la Confederación Hidrográfica, órgano autónomo del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, que aseguran que "ha sido una casualidad". Esta explicación la ampliatian al comentar que "las paredes de la zanja siguen en pie ahora, mientas que las grúas trabajan en el fondo buscando a los obreros desaparecidos".
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