Resistencia a la baja
Los inversores a corto plazo volvieron a dejarse influ:lr en las sesiones de ayer por la corriente nerviosas que producían las"plusvalías acumuladas a lo largo de las pasadas reuniones, y se lanzaron a vender sus títulos desde primeras horas de la mañani, aunque la tendencia general del mercado no parecía acomopañan estas decisiones.Efectivamente las instituciones contiraiaron mostrándose muy remisas a la hora de poner títulos a la venta, por lo que los nerviosos de primera hora reconsideraron sus posiciones, empezaron a retirar sus órdenes vendedoras y a trasformarlas por nuevas demandas, con lo que las diferencias negativas que reflejaron algunos índices parciales, volvieron a no reflejar exactamente el comportamiento del mercado.
Por sectores, las mayores subidas correspondieron al grupo de químicas. Cros y Explosivos fueron las sociedades que centraron en mayor medida la atención de los inversores, pero no es menos cierto que Energías y Petróleos mantuvieron el tipo y, a pesar de no presentar la pujanza de días anteriores, acumularon nuevos beneficios.
En el resto de los grupos, con la única excepclón del sector bancario, quienes peor lo pasaron-fueron las socledades, cuyas acciones cotizaban en primer término en los corros. La razón de este fenómeno resultó muy clara a lo largo de las reuniones. Los especuladores acudían a las aperturas de los períodos de contratación de los distintos sectores con insanos afanes realizadores. De poco sirvió la resistencia a la baja que manifestaban las pequeñas eléctricas. Los ánimos tuvieron que ser calmados con la fuerza de los hechos y sólo cedían las presiones ofertantes cuindo podían contrastar la abstinencia vendedora de las instituciones.
Así, los corros más afectados por las tensiones realizadoras fueron los primeros en celebrarse, y éstos se correspondían con aquellos en los que se contratan los valores eléctricos. De la quema inicial se salvaba Hidroeléctrica del Cantábrico, considerada actualmente como la novia de los inversores, y el resto de las compañías rnenores afectadas por claros procesos especulativos. Hidrola sufrió un importante descalabro e Iberduero perdió otras veinticinco centésimas y cerró a un ridículo 52,25%.
En el grupo bancario, Bilbao, Popular y Santander presentaron unos discretos saldos compradores y en general respetaron con bastantes escrúpulos las indicaciones de la caja. Entre los que presentaban saldos vendedores destacaba Banesto que contaba con 17.992 títulos de diferencia ofertada al cambio propiiesto.
La indiferencia que vienen mostrando las instituciones a las posibles materializaciones de plusvalías parece avalar la tesis de quienes apuestan por un mes de febrero manifiestamente alcista, en el que apenas se percibirán las realizaciones de beneficios, que serán marginales, y presentarán una incidencia escasa.
La teoría es arriesgada, pero la persistente baja de los tipos de interés en los tipos de los certificados de depósito y t>onos de caja del Banco de España, la filtración de los resultados positivos que presentarán algunas sociedades industriales que no los obtenían desde hace varios años, y las posibilidades de que el piropio mercado no presente grandes tensiones en las próximas reuniones puede servir de aval para esta tesis. En cualquier caso es importante destacar que, una vez más, el comportamiento de las bolsas estará en manos de las decisiones de las instituciones.
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