Continuidad sin sorpresas en el seno idel Partido Comunista francés
El secretario general del Partido Comunista francés, Georges Marcháis, y la dirección del PCF fueron reelegidos el domingo al término del XIV congreso. Sólo dimitió de su puesto un personaje de relieve, el líder sindicalista Georges Seguy. Sin ninguna sorpresa notable respecto a las previsiones, este congreso ha sido el de la inhibición y el de las contradicciones.A pesar de los fracasos electorales y de los problemas internos surgidos durante los últimos años, el PCF se ha reconfirmado en la línea Marchais sin ningún debate de fondo. Por otra parte, los comunistas acentúan su solidaridad gubernamental y, contradictoriamente, su fidelidad a los regímenes del Este europeo.
Al no encararse con los problemas creados por su política (su fracaso electoral sobre todo) y al reafirmarse solidario sin ambages de la URSS, a pesar de su compromiso con un Gobierno que condena los sistemas políticos del Este, los 2.000 delegados han finteado durante cinco días, arropados por los grandes principios tradicionales de la ideología comunista. En todo caso, parece cierto que el PCF adopta la continuidad, como lo prueba la reelección de Marchais y de casi toda la plana mayor, en espera de que los acontecimientos le ayuden a reencontrar una identidad revolucionaria diluida en los reveses electorales e ideológicos de los tiempos recientes. De manera más práctica, dos líneas directrices parecen claras al final del cónclave del PCF: solidaridad gubernamental a toda costa y desarrollo de las luchas sociales activadas por la central de tendencia comunista CGT, que es la baza más fuerte contra los socialistas. De otra parte, los ataques a la Prensa escrita y audiovisual, como responsables de la incomprensión del PCF y de su política, y la defensa del golpe de Varsovia y de la URSS quedarán como momentos espectaculares de este XIV congreso.
