Espectacular persecución del comando de Primera Línea que asesinó a dos 'carabinieri' en Siena
Una caza espectacular de las fuerzas del orden a seis terroristas de la organización terrorista Primera Línea se está desarrollando en la región de Toscana. Participan en ella cientos de carabineros y policías con helicópteros, perros y sistemas especiales para localizar al comando que el pasado jueves mató a dos carabinieri.Todo comenzó el jueves por la mañana en la tranquila ciudad de Siena con el atraco a un banco. Unos bandidos habían robado un puñado de millones de liras, pero dado el clima de tensión que existe en el país a causa del terrorismo, las fuerzas de seguridad recibieron la orden de paralizar el tráfico de la ciudad y detener todas los coches de línea que desde la ciudad salen hacia los pueblos.
En uno de estos autobuses, que se dirigía a Montalcino, un oficial de carabinieri pidió el carné de identidad a una pareja de jóvenes indocumentados. Les pidió que descendiesen del vehículo, pero cuando el oficial estaba saliendo del autobús, comenzó una jornada de fuego. Los jóvenes empezaron a disparar, el oficial cayó herido y logró matar a uno de los jóvenes que le habían herido. Acudieron otros dos carabinieri que estaban en la carretera; pero desde el autobús, ante la gente aterrorizada, otros dos jóvenes les mataron en el acto.
Entonces se produjo el pánico. El propietario de una furgoneta que había detenido su vehículo al presenciar el tiroteo se marchó corriendo y dejó el coche con el motor en marcha. Los terroristas se adueñaron del mismo y huyeron. Una de las jóvenes gritó: "No temáis; somos de Primera Línea". En el autobús había ya varias personas desmayadas de pavor.
El oficial herido, que a su vez dejó muerto al terrorista, podrá salvarse. Desde aquel momento se desencadenó una caza sin cuartel, a los terroristas huidos. Llegaron refuerzos de Roma. Empezaron a oírse los primeros helicópteros. Pero sólo en la madrugada del viernes, casi por casualidad, un coche de las fuerzas de seguridad se encontró casi cara a cara, en pleno campo, con los terroristas, que habían tomado a un anciano labrador como rehén y después lo habían liberado, adueñándose de su furgoneta.
Se produjo un enfrentamiento armado sin consecuencias. Los seis terroristas abandonaron la furgoneta y salieron corriendo por el campo. La policía disparó, y más tarde se encontraron un jersei rojo de mujer atravesado por dos balas, y un chaquetón y un paquete de cigarrillos ensangrentados.
A la hora de despachar esta crónica seguía la caza a los extremistas de Primera Línea, pero la policía sólo había detenido a dos médicos que, según dijeron, se habían perdido en el campo, precisamente donde las fuerzas del orden estaban buscando a los terroristas. Llevaban en el coche todo lo necesario para curar a un herido.
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