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Empresas brasileñas se harán cargo del imperio amazónico de producción de celulosa

El proyecto Jari, del desaparecido multimillonario norteamericano Daniel Ludwig, quien implantó en el norte amazónico de Brasil su imperio para producción de celulosa y otras actividades, será definitivamente pasado a un consorcio de veintidós empresas brasileñas.

Desde hace tres años, y principalmente después de que asumió la presidencia de la república el general João Figueiredo, en marzo de 1979, el projecto Jari venía siendo duramente criticado por políticos opositores, economistas y ecólogos.Paulatinamente, el Gobierno de Figueiredo retiró subsidios a la empresa, hasta que Ludwig comenzó a desintegrarse por su enorme territorio, el cual, según se anunció ayer, pasará ahora a ser controlado por empresas nacionales, las cuales participarán en el mismo integrando un capital de 2,72 millones de dólares cada una.

Finalmente, las presiones contra el Jari tuvieron efecto. Las denuncias señalaban que el proyecto, luego de la desaparición del magnate, de 83 años, pasaría a ser controlado por una fundación del Gobierno de Estados Unidos, creándose "un Estado multinacional dentro de la Amazonía brasileña".

El imperio abarca 36.000 kilómetros cuadrados, o sea, una superficie ligeramente superior a la de Holanda, en la zona del río Jari, desembocadura del Amazonas. Cerca de mil millones de dólares fueron invertidos por el multimillonario estadounidense, y en el proyecto iban a ser invertidos a medio plazo otros setecientos millones de dólares en la construcción de una hidroeléctrica de mediano tamaño, en la explotación de bauxita, en una factoría de aluminio y en un gran complejo industrial para la fabricación de papel.

En el área fueron construidos aserraderos, 46 kilómetros de vías férreas y 4.800 de carreteras, un puerto para navíos de hasta 40.000 toneladas, tres villas y dos ciudades modernas y relativamente confortables, donde viven cerca de 11.000 personas y otras 30.000 vinculadas al proyecto, y donde se cría un rebaño de 7.000 bovinos y 5.000 búfalos.

La capital del proyecto es la ciudad de Monte Dourado, que abriga a 10.000 personas en casas montadas en serie y en base a tres clases sociales diferenciadas: técnicos e ingenieros -incluyendo excelentes conocedores de la floresta amazónica-, mano de obra especializada y simples peo nes, además de 130 agentes de seguridad, un hospital, supermercado, iglesia, escuela y aeropuerto.

La idea inicial del plan de Ludwig nació hace quince años, como proyecto de explotación de la floresta amazónica, y después surgió el de producción de celulosa, cuya enorme factoría de doce pisos fue construida durante quince meses, en Japón, y transportada a Brasil por mar.

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