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Los expertos del Ministerio de Agricultura desconocen el documento sobre la negociación agraria con la CEE

Una semana escasa antes de que el secretario de Estado para las Relaciones con la Comunidad Económica Europea (CEE), Raimundo Bassols, entregue en Bruselas un importante documento de negociación relacionado con el capítulo agrícola, el documento no ha sido ni tan siquiera entregado a los expertos del Ministerio de Agricultura, según informaron a EL PAÍS fuentes solventes.

El informe, de más de ochenta páginas, ha sido redactado en el Ministerio de Asuntos Exteriores directamente, y al parecer obra en poder, desde hace escasos días, del ministro de Agricultura, José Luis Álvarez, y del de Economía y Comercio, Juan Antonio García Díez. El segundo lo habría facilitado a los servicios competentes para que "realicen observaciones", mientras que el primero no lo habría remitido aún a los expertos indicados.Funcionarios del Ministerio de Agricultura expresaron "su desconcierto" por este hecho, "que difícilmente se hubiera podido producir cuando era ministro Jaime Lamo de Espinosa; primero, porque no hubiera consentido su redacción sin la presencia de expertos de su departamento, y segundo, porque, además, era poco partidario de entregar en Bruselas ninguna declaración detallada sobre la agricultura española mientras que la CEE no hubiera aclarado su propia posición". La decisión de redactar el informe ha sido tomada, al parecer, por el propio presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, buen conocedor de las negociaciones hispano-comunitarias, pero sin que exista constancia de la voluntad de los diez de responder en un plazo inmediato.

Falta de coherencia

"El informe no es malo", indicaron otras fuentes que sí han tenido acceso al documento; "tal vez tiene un defecto: está hecho con recortes de lo que quiere todo el mundo: comercio, agricultura, etcétera, lo que produce una cierta falta de coherencia".

Según fuentes próximas a la misión española ante la CEE -donde sí llegó el primer texto del Ministerio de Asuntos Exteriores-, su contenido puede resumirse, en líneas generales, del siguiente modo:

- Cuestiones de carácter general: se acepta el acquis comunitario que exista en el momento de la adhesión, con derogaciones provisionales para casos concretos. El período transitorio deberá ser único con el que se aplique para la Unión Aduanera y de una duración entre cinco y diez años. La peseta verde tendría una cotización equivalente a la de la peseta en el mercado libre en una fecha aún por determinar. - Montantes compensatorios monetarios: cero, dice España. Nuestros productos deben entrar, finalizado el período transitorio general, sin ningún tipo de gravamen en las fronteras de los diez. España se compromete a ir aproximando los precios de nuestros productos agrícolas con los que rigen en la CEE.

- Productos comunitarios: durante el periodo transitorio, contingentación de los que aún figuran como no liberalizados (carne, leche, mantequilla, frutas, trigo.. .).

- Frente a países terceros, siempre en el período transitorio, compromiso de no tratar peor a los productos de la CEE que a los importados de países no miembros de la Comunidad. Mención al trato especial que merecen los países latinoamericanos, muy concretamente para las importaciones de café, tabaco y carne. Mención especial al caso de Cuba, tradicional proveedora de azúcar de nuestro país.

- Análisis de los problemas que causa en España la reglamentación comunitaria en los sectores de vacuno, leche, cereales y remolacha, dada la deficiente estructura productiva española. Mención especial de los piensos.

- Frutas y hortalizas: se consideran aceptables las nuevas reglamentaciones propuestas por la comisión y, pendientes de aprobación por el Consejo (mandato del 30 de mayo), salvo la relacionada con los agrios, que es, dice el informe, "arbitraria" y parece destinada exclusivamente a impedir que los agricultores españoles, una vez en el Mercado Común, puedan beneficiarse de las ayudas a la reconversión.

- Vino: España está dispuesta a mantener su propia legislación, más conveniente para la CEE, incluso, que la comunitaria, pero quiere que los diez prohíban, como en España, el regadío del viñedo y la edulcoración con azúcar.

- Materias grasas: no se nombra ni una sola vez la posibilidad de una tasa especial para materias grasas, defendida por Italia como mejor sistema para mantener la relación de precio entre el aceite de oliva y los de semillas. Al parecer, Madrid piensa que hay sistemas mejores; entre ellos, el de aumentar la preferencia comunitaria.

El informe deberá contener también una referencia a la preocupación que causa el aumento inmediato -es decir, antes de que España sea miembro de la CEE- de las preferencias comunitarias, que puede causar serios problemas a las exportaciones agrícolas españolas en el período transitorio.

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