Un avion con 73 personas cae al río Potomac en pleno centro de Washington
Un Boeing 737 de Florida Airlines, con 73 personas a bordo, cayó ayer a las heladas aguas del río Potomac, segundos después de despegar del aeropuerto National de Washington. Antes de sumergirse casi por completo, el aparato arrolló a cuatro automóviles y un camión que en ese morriento se encontraban atascados, hajo una íntensa nevada, sobre el puente de la Calle 14, que une la capital federal con el Estado de Virginia.Al menos dieciseis personas pudieron ser rescatadas con vida desde helicópteros y lanchas, y fueron inmedialamente trasladadas a hospitales cercanos con evidentes síntomas de congelación.
El accidente ocurrió a las cuatro de la tarde, hora local (diez de la noche, en Madrid), rriomento en que todos los funcionarios abandonaban anticipadamente sus trabajos para evitar que la fuerte nevada que caía desde hacía horas sobre la capitalde Estados Unidos les impidiera volver a sus hogares
La mayoría de los pasajeros quedaron atrapados en el interior del avión, que se hundió rápidamente en las aguas del caudaloso río, por.lo que se les da por muertos. Varios supervivientes lograron ganar la orilla a nado o fueron izados por helicópteros que rastreaban el río con cables en cuyo extremo había un salvavidas.
Casi simultáneamente, en una tarde negra en la vida washingtoniana, un convoy del moderno metro de la ciudad descarriló en la vecina estación de Smithsonian, originando la muerte de dos personas y heridas a otras dieciocho.
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Una espesa capa de hielo cubría el río en el que cayó el avión en Washington
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Los trabajos de los equipos de rescate se enfrentaron con grandes dificultades, debido a la escasa visibilidad (de apenas 800 metros) y la casi total paralización del tráfico. El Potomac está cubierto de una espesa capa de hielo desde el pasado fin de semana, cuando las temperaturas rondaron los 20 grados bajo cero.
Las principales calles del centro de Washington, cubiertas con cinco centímetros de nieve y bajo una temperatura de siete grados bajo cero, quedaron prácticamente bloqueadas, atrapando a las ambulancias que, con cadenas en las ruedas, transportaban los primeros supervivientes hacia el hospital de la universidad George Washington.
Helicópteros del Ejército y lanchas de la policía participaron en las operaciones de rescate del dramático y espectacular accidente, el primero de la aviación norteamericana desde el inicio de la huelga de controladores aéreos el pasado 3 de agosto, y su posterior despido masivo por parte del presidente Ronald Reagan, que los sustituyó por controladores militares y nuevos civiles.
El portavoz de la Casa Blanca anunció que el presidente puso inmediatamente su helicóptero, estacionado a unos dos kilómetros del lugar del accidente, a disposición de las operaciones de rescate.
En algunos casos, los tripulantes de los helicópteros tuvieron que utilizar como plataforma los patines de sus aparatos para asir literalmente de la mano a las víctimas, paralizadas hasta tal punto por el frío que eran incapaces de agarrarse a los salvavidas que les tendían.
El avión siniestrado había hecho escala en el aeropuerto National, procedente de White Plaints (Nueva York) y se dirigía a Tampa (Florida). Una hora después de que el aparato cayera al agua ya se podían ver varios cadáveres depositados sobre un puente cercano.
Desde 1949, fecha en que se inauguró, tan solo se había registrado un accidente en este aeropuerto, cuando un DC-4 de la Eastern Airlines chocó con un avión militar, perdiendo la vida 51 personas.
"Creí que se trataba de una alucinación, o que estaba viendo una película", comentó un sargento del Ejército que presenció cómo el avión se precipitaba al agua tras chocar con un extremo del puente.
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