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Estrépito comprador en las sesiones de apertura semanal

La semana se ha iniciado con unas sesiones bursátiles estrepitosamente positivas, donde el buen momento que ya apuntaron los valores eléctricos el pasado viernes, y que se vio confirmado en las reuniones de ayer, sirvió de espoleta para que se produjesen unas subidas generalizadas que pillaron a contrapié incluso a los más avezados especialistas del mercado.Las fuertes bajas a que se vieron sometidos los valores eléctricos en las primeras reuniones del año, tras los pagos de sus dividendos, acabaron por reanimar a una demanda muy, selectiva, que inició su actividad el pasado viernes. El resto del mercado no presentaba grandes novedades, y aunque algunos bancos, como era el caso del Popular, experimentaron correcciones a la baja en sus precios, nadie pensaba que la sesión inaugural de la semana pudiese traer unas alzas superiores a un punto en los índices generales de las cuatro bolsas.

Las subidas del sector eléctrico, la locomotora del mereado, se extendieron a la práctica totalidad de los valores que se contrataban, y en el mercado madrileño las grandes del gruipo mejoraban en torno a los dos puntos, y al cierre aun contaban con alguna demanda.

Los valores bancarios estuvieron marcados por una creciente demanda, que en la Bolsa de Madrid superó, en cuanto a saldos compradores, las 160.000 acciones para el conjunto de los siete grandes bancos, de entre los que sólo el Hispano presentaba un discreto saldo vendedor de 6.000 títulos aproximadamente, circunstancia que aconsejó a sus mentores el repetir la cotización precedente.

Pero salvo este caso aislado, y casi anecdótico, en el que quizá tenga algo que ver el canje de bonos por acciones viejas, la situación fue marcadamente favorable. El Popular sumaba una demanda conocida superior a las 90.000 acciones. Alrededor de las 22.000 tenían el Banesto, Santander y Vizcaya, y a la postre los más modestos resultaron el Bilbao y el Central, con 2.000 y 7.000 títulos a la compra, respectivamente.

Sin embargo, las subidas no resultaron desmedidas, por muy extraño que parezca. Quizá fuese porque ni los propios cuidadores de estos valores se creían que realmente el mercado fuese a, aguantar unas subidas fuertes, lo cierto es que sólo el Popialar y el Vizcaya se atrevieron a pisar a fondo el acelerador, y se apuntaron unos avances notables en sus precios.

Como era lógico esperar, los rumores acerca de estas dos entidades no tardaron en dispararse, y la proximidad de sus juntas extraordinarias de accionistas, que celebrarán en los últirrios días del presente mes, se constituyó en el eje de todas las conversaciones. Para unos estaba claro que ambos bancos van a presentar unos ejercicios brillantes en base a los cuales elevarán sus dividendos, e incluso realizarán alguna ampliación de capital. Para otros, probablemente los mejor informados, es muy difícil meter en el mismo saco las estrategias que desarrollarán las dos entídades.

En cualquier caso, la sesión resultó buena y lo que hay que esperar es que el mercado tenga al menos el mismo fuelle que Adolfo Gutiérrez y sus compañeros del equipo de corredores de fondo de la Bolsa de Madrid, y consiga aguantar el sprint iniciado, al menos durante las próximas reuniones.

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