Portugal quiere acelerar sus negociaciones para ingresar en la CEE

El primer ministro portugués, Francisco Pinto Balsemáo, emprenderá una gira a las diez capitales de los países miembros de la Comunidad Económica Europea (CEE) a finales de enero. La gira, dividida en tres etapas, de las cuales la última estará dedicada a los países del sur de Europa, tiene como objetivo acelerar las negociaciones sobre el ingreso de Portugal en la Comunidad Económica Europea.El último Consejo de Ministros celebrado en Lisboa aprobó dos importantes declaraciones -sobre derecho de establecimiento y sobre circulación de capitalesque deben, según el Gobierno luso, permitir la conclusión de las negociaciones de los informes menos polémicos antes del verano.

En la Prensa progubernamental se insiste sobre el hecho de que la visita de Balsemáo a las capitales europeas no tiene ninguna relación con la que está efectuando el presidente del Gobierno español, aunque no se oculta cierta irritación frente a algunas posiciones asumidas por Madrid. Así, el semanario Expresso, que pertenece al primer ministro luso, anunciaba el sábado, en primera página, que "el comportamiento de Calvo Sotelo parece sorprender a Lisboa".

El periódico atribuye a los medios gubernamentales lusos la impresión de que el presidente del Gobierno español esté revelando una cierta duplicidad, por atacar en las capitales europeas el principio de la negociación separada, cuando habría aceptado sin dificultades, en su último encuentro con Balsemáo, el "principio de la desglobalización" de los dos procesos de adhesión.

Siempre según Expresso, Madrid habría presentado una queja diplomática a París, como consecuencia de la creación de una comisión luso-francesa, decidida durante la visita de François Mitterrand a Lisboa, y que se destinaría a facilitar a Portugal el camino de la CEE, mediante el análisis bilateral, cada mes, del curso de las negociaciones.

Bajo el título "Portugal puede retrasar la adhesión de España a la OTAN", Expresso hacía observar que la adhesión de un nuevo miembro en el seno de la Alianza Atlántica debe ser aprobada por unanimidad por todos los miembros de la OTAN. Así, bastaría que se retrase la ratificación de uno de los países miembros para aplazar o incluso bloquear el proceso.

El articulista, después de denunciar lo que considera como una maniobra española contra la anticipación de la adhesión de Portugal a la CEE, advierte que Portugal dispone de un arma poderosa de represalia. Podría retrasar varios meses, si quisiera, la integración de España en la Alianza Atlántica, justo en un momento en que considera cada vez más amenazadora la posibilidad de un golpe de Estado en España.