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La familia Lipperheide pide ayuda al PNV para ponerse en contacto con ETA Militar

En fuentes de la familia de José Lipperheide se aseguraba ayer que no se había recibido en el domicilio ninguna llamada de los secuestradores para precisar las condiciones en que podría producirse su liberación. Sin embargo, se sabe que aquélla ha dado ya los primeros pasos para tratar de contactar con ETAm, y para ello habría solicitado la ayuda del PNV. Al mismo tiempo, el Gobierno vasco hizo ayer un llamamiento al pueblo de Euskadi para que «rechace terminantemente los efectos intimidatorios que puedan derivarse de esta incalificable acción».

«El Gobierno estudia cualquier medio que pueda garantizar la seguridad del secuestrado», afirmaba ayer el consejero de Interior, Luis María Retolaza, en nombre del Gobierno vasco. En el comunicado, el Gobierno vasco hacía un llamamiento a los responsables del secuestro «para que no provoquen, como consecuencia de sus actos, nuevos e irreparables sufrimientos, que conducen a una dramática confrontación dentro de la sociedad vasca». El Ejecutivo vasco permanece desde el primer momento en constante contacto con la familia Lipperheide, en el deseo de que el secuestro tenga un feliz desenlace.Es consciente el Ejecutivo vasco de la repercusión que tendría un trágico final del mismo en la actual situación político-económica de Euskadi y en algunos estamentos del Estado, y ello explicaría acaso el silencio que ha observado con respecto al secuestro. El Gobierno vasco se habría tomado un tiempo para estudiar el papel que puede desempeñar de una u otra forma en la solución del secuestro.

Los primeros pasos dados por la familia, con el fin de buscar un intermediario capaz de conocer directamente de ETAm las condiciones exigidas para la liberación de José Lipperheide, están ya dados. En este sentido, parece que se habría contactado con algún abogado y con algunos dirigentes del PNV, partido que ya en otros secuestros intervino en papeles de mediación.

Consigna del PNV a sus afiliados

El portavoz de la dirección del Partido Nacionalista Vasco, José Antonio Aspuru, afirmaba ayer, en este sentido: «Nosotros no tenemos ningún ascendiente sobre ellos para mediar en este tema, aunque si pudiéramos hacer algo lo haríamos, porque seguimos el tema muy de cerca. La mediación hay que intentarla, aunque no se puede prever el éxito».Ante los temores de que el secuestro de José Lipperheide eche por tierra los efectos de las campañas realizadas por el Gobierno vasco y el PNV contra el pago del denominado impuesto revolucionario, el mismo portavoz peneuvista declaraba: «La consigna para nuestros afiliados es que no se pague y que contarán con el respaldo del partido, que asume la responsabilidad de esa consigna. En cuanto a otros ciudadanos vascos, no podemos darles una consigna, pero si el consejo de que se mantengan firmes ante estas conductas, que pretenden sembrar el terror».

Se tiene la impresión de que ésta va a ser una negociación con pocas filtraciones, con casi nulas declaraciones. Está aún muy fresco en la memoria el secuestro de Javier de Ibarra, y se quiere evitar que cualquier detalle, la más ligera indiscreción, pueda poner en peligro la vida de José Lipperheide.

Las propias fuentes policiales se muestran muy remisas a proporcionar datos sobre las investigaciones. Se sabe que ayer por la mañana, en el Ministerio del Interior, el director de la Seguridad del Estado, Francisco Laína, y el comisario general de Información y el jefe del Mando Unico para la Lucha Antiterrorista, Manuel Ballesteros, se reunieron para preparar la estrategia policial aplicable al secuestro.

Euskadiko Ezkerra (Izquierda para el Socialismo), en un comunicado fechado el día de Reyes, al referirse al secuestro de José Lipperheide, «recuerda una vez más su condena de toda estrategia antidemocrática y, en concreto, de este tipo de coacción». Lamenta EE «la manipulación informativa realizada por cierta Prensa sobre un supuesto silencio, cuando es de todos bien conocida la decidida postura de EE de apoyar la normalización democrática de Euskadi y, en consecuencia, de exigir soluciones políticas y condenar cualquier intento de imposición por la fuerza de las armas. Sin embargo, y pese a la fecha del día 6, EE hizo público su comunicado de condena ayer.

Aparece uno de los coches

Mientras, funcionarios del Cuerpo General de Policía localizaron ayer tarde el Seat 127, matrícula B1-1764-I, de color teja, en el que fue introducido el industrial vizcaíno José Lipperheide, poco después de resultar secuestrado.Él vehículo es propiedad de José Luis Grandio Beica, chófer del industrial secuestrado. Había sido abandonado a unos diez kilómetros del lugar donde ocurrió el secuestro, junto a la estación de Luchana-Erandio.

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