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Estados Unidos incrementará los gastos de defensa en un 15% y reducirá los programas sociales

La Administración Reagan está ultimando la elaboración del presupuesto para el año fiscal 1983, cuyas principales características serán: un incremento del 15% para los gastos de defensa, recortes adicionales del orden de los 6.000 millones de dólares en programas sociales y, casi seguro, creación de nuevos impuestos.

El presidente Ronald Reagan enviará al Congreso el próximo día 8 de febrero el nuevo presupuesto. Se esperan arduas deliberaciones entre senadores y congresistas, sobre todo con vistas a un presupuesto de amplia incidencia electoral ante las elecciones senatoriales del próximo mes de noviembre.Siguiendo en el camino marcado de revitalizar la defensa militar estadounidense, el presidente Reagan no regateará dinero para el Pentágono, proponiendo un total de 245.000 millonesde dólares (con un aumento del 15% en relación con el presupuesto aprobado para 1982) para los costes militares de EE UU.

Los expertos señalan que, en realidad, el aumento será sólo del 7% en términos reales, teniendo en cuenta la corrección inflacionaria. Este aumento es considerado como mínimo por los analistas militares, en su afán de reequilibrar el potencial bélico estadounidense con el soviético.

Simultáneamente con la escalada del gasto militar, el nuevo presupuesto presentará peticiones para una reducción suplementaria, del orden de los 6.000 millones de dólares, para las políticas sociales estadounidenses.

Los cupones de comida, las ayudas médicas y escolares serán, una vez más, las más afectadas por una política presupuestaria en constante lucha entre la subida de gastos defensivos y la disminución, prácticamente, del resto de gastos públicos.

Un chiste del diario The Washington Post, donde se veía un enorme saco conteniendo el presupuesto militar, que caía del cielo y aplastaba a las demás instituciones públicas norteamericanas, ilustra, a nivel popular, cuál puede ser el sentimiento de los ciudadanos estadounidenses cara al futuro.

Por otra parte, para reducir un déficit público en rápido incremento, la Administración Reagan prepara la creación de nuevos impuestos indirectos (para alcohol, tabaco y gasolina). El objetivo es limitar el déficit público para los años 1983 y 1984 por debajo de los 100.000 millones de dólares, según manifestó el secretario del Tesoro, Donald Regan.

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