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RELIGION

El padre Dezza anuncia cambios en el compromiso social y político de los jesuitas

Juan Arias

¿Qué va a cambiar en la Compañía de Jesús con el nombramiento del delegado personal del Papa, padre Paolo Dezza, encargado de preparar la sucesión al español padre Arrupe, enfermo de trombosis cerebral? Lo dice el mismo padre Dezza en la primera entrevista que ha concedido después de su nombramiento, y que aparecerá dentro de unos días en la revista Famiglia Cristiana firmada por el prestigioso periodista Giacomelli.

Según el delegado papal, aunque no se podrá hablar de cambios radicales en los jesuitas, habrá, sin embargo, una profunda revisión por lo que se refiere a dos puntos concretos: la búsqueda teológica y el empeño social y político. Y ha recordado que precisamente había sido Juan Pablo II quien había puesto en guardia a la Compañía sobre los peligros de excesos en estos dos campos. Según Dezza, los jesuitas tienen que armonizar su entusiasmo social con su empeño de fe, pero recordando que «la fe tiene que ocupar el primer puesto».A la pregunta de si no habrá sido precisamente este empeño social de los Jesuitas tan criticado, lo que ha hecho aumentar las vocaciones en los países del Tercer Mundo, el padre Dezza ha respondido negativamente: «Las vocaciones han aumentado», afirma, «en Chile y en Argentina, y no sólo en América Central». Y también en Polonia. En general, aumentan donde la Iglesia está perseguida. Y también donde existen familias numerosas, porque entonces es más fácil que los padres dejen a alguno de sus hijos hacerse jesuita.»

Desmiente que algunos provinciales hayan criticado la decisión del Papa de nombrar un delegado suyo, pero reconoce que hubo cartas al Papa en las que «se manifestaba dolor por su decisión». Pero añade que los jesuitas demostraron en todo el mundo, ante la decisión de Juan Pablo II, «una increíble obediencia ignaciana». El delegado del Papa revela que Juan Pablo II aún no le ha encargado convocar la congregación general que deberá nombrar al sucesor de Arrupe, y que el Papa prefiere que se realice antes en la Compañía una «profunda preparación». Por el momento, el padre Dezza ha convocado a Roma, para finales de febrero, a todos los provinciales del mundo para presentarles, ha dicho, «claramente las disposiciones del Papa».

A los 83 superiores que vendrán a Roma en representación de los casi 30.000 jesuitas, el papa Wojtyla les recibirá en audiencia privada y les hará «un discurso programático muy importante», ha asegurado al padre Dezza.

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