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Más carbón y menos petróleo

El Correo CatalánEste año que comienza, y en los próximos, será cierto que los Reyes Magos nos traerán carbón a todos los españoles. Pero también energía nuclear y gas natural. Al menos si los Magos hacen caso a la carta que, en forma de revisión del Plan Energético Nacional, les ha escrito el ministro señor Bayón.Para asegurarlo, se prevén inversiones en el sector energético por 2,4 billones de pesetas en los próximos cuatro años, además de mejorar nuestras relaciones con los rusos para que en su día podamos conectar nuestra red de gas natural con el gasoducto a través del cual los países europeos tienen' previsto distribuir el gas procedente de Siberia, además del noruego.

Las enormes inversiones previstas canalizarán, principalmente, hacia la puesta en funcionamiento de nuevos grupos nucleares, en las prospecciones y extracciones de carbón y petróleo, en los sectores eléctrico y gasístico, y en conservación, investigación y desarrollo energético. Con esto, y las negociaciones antes citadas, se pretende cumplir los objetivos básicos del Plan Energético Nacional (PEN), aprobado por las Cortes en 1979, y algunos de cuyos planteamientos han tenido que ser reajustados debido a los últimos aumentos del precio del petróleo y a la evolución de nuestra economía. El plan de revisión, ya aprobado en el último Consejo de Ministros, deberá ser ahora debatido y sancionado por el Parlamento.

Los objetivos básicos, como es sabido, son: moderar nuestro consumo energético, diversificar las fuentes de energía -demasiado concentrada ahora en el petróleo- y reducir nuestra fuerte dependencia del extranjero. ( ... )

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Aunque no se prevé para 1982 un importante aumento de lo ' s pre cios del petróleo, el nivel a que ya han llegado y la fuerte dependen cia respecto del "oro negro" de nuestro consumo de energia, junto con las grandes inversiones que exige la utilización y búsqueda de otras alternativas, vienen a confirmar que, en todo caso, la época de la energía barata ha terminado y quizá para siempre. Ir tomando conciencia de este hecho es esencial para todos. Para ayudar a ello y evitar la política-ficción que en este terreno se aplicó, durante muchos años el Gobierno anuncia que continuará, como ha hecho últimamente, con la inmediata repercusión a los consumidores de los mayores costes que en el futuro pueda suponer la energía. Por tanto, su ahorro se impope no sólo como una necesidad, sino también como una exigencia a todos.

Barcelona, 2 de enero

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